6 tips para que tus hijos tomen más agua

Los niños pierden hasta un 90% del agua presente en su cuerpo durante el día, por ello hay que mantenerlos bien hidratados.

Para los niños no tiene ninguna importancia tomar mucha agua, incluso en su actividad diaria pasan por alto la sensación de sed. Sin embargo, estar bien hidratado significa ingerir tanta agua como la que perdemos, ya que de esta forma mantenemos un nivel constante de líquido en el cuerpo. 

Las principales fuentes de agua para los humanos son los alimentos, las reacciones bioquímicas propias del cuerpo, pero la más importante es: tomar agua. 

Un niño en edad escolar que toma agua con frecuencia, tiene mayor probabilidad de mantener un peso estable; en pequeños de dos a nueve años la necesidad de líquido es vital, ya que pierden líquidos en mayor cantidad por la piel que un adulto y sus riñones, aún inmaduros, producen orina más diluida, en estos dos procesos naturales e imperceptibles pierden cerca del 90% del agua presente en su cuerpo en un solo día. 

Encontrar el camino para conseguir una relación estrecha entre tus pequeños y el agua es muy fácil, aquí te damos seis consejos  que te ayudarán a lograrlo:

1. Conviértelo en una necesidad

Las bebidas azucaradas son del gusto de todos los niños, sin embargo, consumirlas con frecuencia, provee al cuerpo más calorías de las que puede procesar y en ello radica el riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad. Beber agua natural con los alimentos ayuda a una mejor digestión y no modifica su sabor, tener una jarra siempre disponible a la hora de comer propicia su consumo habitual, también puedes colocarle botellitas de agua en los espacios donde pasa más tiempo como en la mesa de juegos, de tareas o de noche para fortalecer su relación con el agua.

2. Haz divertido su sabor

Si el sabor es un impedimento para que tome agua, agrega en su vaso o botella unas rodajas de lima o algún otro cítrico, también puedes intentar con mora azul u hojas de menta para agregarle un sutil sabor.

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3. Explícale por qué es importante

Algunos síntomas de la deshidratación son más evidentes que otros, pero todos son igual de importantes. Entres ellos destacan tener poca energía y sentirse torpes a la hora de jugar. Explícale que cuando no bebe agua juega menos o se cansa más rápido, y que si ha pasado un buen rato sin hacerlo, puede sentirse menos ágil y lento de pensamiento pues el agua ayuda a la correcta oxigenación del cerebro. Verá que tener más diversión y ser el mejor del juego son cosas que el agua puede hacer casi instantáneamente por él.

4. Ayúdalo a saber cuánta agua ha tomado

Hazle llevar siempre consigo una botella de agua, así podrá tener una aproximación de cuánto ha bebido, inclúyela en su mochila o en la lista de indispensables antes de salir de casa. Cada mañana recuérdale los momentos claves para beber: antes de irse a la escuela, en el recreo, durante la comida, mientras hace ejercicio, después de la escuela (en el Snack), haciendo la tarea, durante la cena y mientras lee un libro, antes de irse a dormir.

5. Hazlo un juego

Si están en un parque o una fiesta, o si realizan actividad física por tiempo prolongado, es recomendable que beban agua cada 20 minutos y al final del recorrido. Debemos ser enfáticos en que no importa si no está sintiendo sed, recuérdale cómo los autos en las carreras, deben parar de tanto en tanto a recargar combustible.

6. Sé ejemplo

Enseñar poniendo el ejemplo es la mejor forma de crear hábitos, la relación que tienes tú con el agua es la que tus hijos también tendrán. Los niños son imitadores, permite que te vean tomar agua, bebe con ellos, transmíteles lo importante que es para ti mantenerte bien hidratada.