Expertos nos dan estos tips y recomendaciones.
La edad recomendada y el etiquetado son fundamentales para que el niño disfrute del juguete y que los papás estén tranquilos. Cada grupo de edad tiene sus propias restricciones. Por ejemplo, entre los pequeños de cero a tres, una de las principales preocupaciones de los jugueteros es el riesgo de asfixia. El juguete a estas edades debe estar compuesto de grandes piezas y saber que no se rompa o se desarme en pequeñas partes.
Otro tema que debemos tener en cuenta es la posible toxicidad como la plastilina o las pinturas en edades tan tempranas. Los niños pequeños exploran con la boca, así que si el juguete no tiene una certificación debemos evitarlos.
A partir de los 6 años existen otras preocupaciones como los juguetes inflamables o con químicos o si tiene un cable defectuoso y tener en cuenta que si se rompe o rasga, lo mejor es tirarlo, no tratar de repararlo.
Por ello, los padres siempre deben checar la edad a la que se recomienda el producto. Si es para niños de tres años, es para tres años y no para antes.