¿Es un niño hiperactivo o nervioso?
Ser un niño hiperactivo o nervioso no es lo mismo. Aquí te decimos cuáles son las diferencias.
Ser un niño hiperactivo o nervioso no es lo mismo. Aquí te decimos cuáles son las diferencias.
Es normal que los niños tengan mucha energía y gran actividad motora, pero en algunos casos, cuando parece que nunca se cansan se debe a que son hiperactivos. Pero, ¿cómo se puede distinguir a un niño hiperactivo de un niño nervioso?
0-1 AÑO
Niño hiperactivo: Llora mucho, tiene el sueño ligero, irregular e intranquilo. Rechaza las caricias, es muy inquieto y gatea con dificultad.
Niño nervioso: Llora con frecuencia y tiene dificultades para adaptarse a los horarios; sin embargo, poco a poco, a los largo del primer año es capaz de establecer rutinas de alimentación y sueño.
2-3 AÑOS
Niño hiperactivo: Presenta retraso en el desarrollo del lenguaje y motricidad, se excita con cualquier actividad y le cuesta trabajo obedecer las peticiones de cualquier persona.
Niño nervioso: Su desarrollo del habla es normal, aunque tiende al tartamudeo en situaciones de estrés. Es muy inquieto, no puede calmarse y concentrarse en algo que le interese. No siempre hace caso, pero poco a poco va aprendiendo las normas, tanto del colegio como de su casa.
Foto: Pinterest
4-5 AÑOS
Niño hiperactivo: Tiene cambios bruscos de humor y problemas para adaptarse en el colegio. Pelea con sus compañeros, no pone atención a la clase y es muy propenso a sufrir caídas y accidentes.
Niño nervioso. Se lleva bien con otros niños, aunque suele ser tímido. Prefiere los juegos al aire libre a los sedentarios y le encantan los deportes. Como se desfoga con ellos, al practicarlos se siente mejor, más tranquilo. Es muy activo, pero obedece a sus padres y va asimilando algunas normas.
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