Enséñale a divertirse solo
A veces resulta imposible estar pegada jugando con tu hijo; Aquí unas ideas para mantenerlo entretenido mientras haces otra actividad
TEXTO: Armando Ayala
Ya fuiste con tu niño al zoológico, al parque, al cine, le leíste cuentos, jugaron, vieron una película y te sale con… “¡Estoy aburrido!”. ¿Te suena familiar? Sólo debes ser creativa y estimularlo adecuadamente para que se entretenga con cosas sencillas. Algunas claves para combatir el tedio:
PONTE EN ACCIÓN: participa activamente en el tiempo de ocio de tu hijo; no basta con comprarle juguetes, para que se anime a jugar solito debes…
Implicarte en sus juegos: inicien juntos un rompecabezas, un castillo con bloques o un dibujo y anímalo a terminarlo por su cuenta.
En compañía: déjalo permanecer a tu lado aún si tienes trabajo o quehaceres que te impidan jugar con él, no lo recluyas en su habitación.
Buen ayudante: permite que te dé una mano: a los niños les encanta colaborar. Puede ayudarte a doblar calcetines, sacudir un mueble… si lo planteas como un juego, lo disfrutará.
Juguetes didácticos: debe tener juegos y juguetes adecuados a su edad y deben estar a la mano para que tome uno y luego otro y otro. Zona feliz: acondiciona un espacio de tu casa para la lectura, improvisa un taller de manualidades con plastilinas, pinturas…
Fomenta su creatividad: facilítale objetos como revistas, cajas de cereales vacías, rollos de papel higiénico, retazos, pegamento, tijeras, cartulina o collares de cuentas para que pueda hacer un collage.
Organiza reuniones infantiles sencillas:
Tu hijo necesita jugar con niños de su edad. Cada que puedas invita alguna tarde a algún primo, vecino o amiguito de la escuela.
¿ABURRIMIENTO O TRISTEZA?
Los niños también se deprimen o atraviesan periodos de tristeza profunda, aunque su comportamiento y síntomas difieren de los de un adulto. Un niño que creemos aburrido o poco cariñoso puede ser en realidad un infante triste. Debes estar atenta a los síntomas: si se queja constantemente de aburrimiento y falta de energía, tiende a aislarse de otros niños, se alteran sus patrones de comida y sueño, se queja de dolores varios… puede que estés ante un caso de depresión infantil. El primer paso es acudir al médico para descartar posibles enfermedades. Si a pesar de todo los síntomas persisten, tendrás que ir con un psicólogo o psiquiatra infantil: cuanto antes se diagnostique y trate la depresión, más rápido y mejor se curará.