Los niños no necesitan ser los mejores, ¡sólo felices!
Este es un mantra de vida que debemos seguir siempre los padres.
Este es un mantra de vida que debemos seguir siempre los padres. Es muy común exigirle a nuestros hijos ser los mejores, pero ¿es eso lo mejor para que tu hijo sea feliz?
El mundo y la sociedad se trata de competir y eso ha ocasionado la conocida hiperpaternidad, papás que sólo buscan una cosa: que sus hijos sean siempre los mejores en todo. Que sean los número uno en la escuela, en las actividades deportivas, que consigan un buen trabajo, que sean exitosos y logren tener todos los bienes materiales.
Pero este modelo de enseñanza lo único que genera es presión sobre los niños, una presión que ellos no piden.
Y bajo esa presión, intentarán ser los más obedientes y pueden llegar a alcanzar los resultados que sus padres les piden pero, nunca serán seres autónomos e independientes en su pensamiento ni habilidades.
Como padres debemos darles el espacio y libertad para encontrar su propio camino, de tomar sus propias decisiones, experimentar y desarrollar su identidad.
Al querer o buscar que siempre den los mejores resultados los estamos privando de disfrutar su infancia, pierden el entusiasmo por aprender, aventurarse y vivir nuevas cosas, crece en ellos el miedo al fracaso como lo peor que puede pasar y cuando no consiguen ser «los mejores» su autoestima se ve realmente afectada.
Ellos deben saber que son amados, aun cuando fracasen, que tienen libertad de ir a su propio ritmo y hacer lo que les gusta por placer y no por obligación. Los niños no necesitan ser siempre elogiados, sino aceptados y amados.
Por Berenice Villatoro