Antes de hablar, el llanto le ayuda al bebé a manifestar lo que le ocurre o necesita. ¿Cómo tranquilizarlo?

No llora de la misma forma si tiene hambre o frío, si le duele la pancita o si está agotado y no sabe cómo dormirse. Lo que si debe ser igual es nuestra reacción.
Atiéndelo siempre que llore: cambiarlo si está sucio, envuélvelo en una mantita con los brazos pegados al cuerpo (un contacto que le recuerda a la cálida estrechez de su vida dentro del útero) si está asustado o, simplemente, mímalo si se siente solo.
Te mostramos diferentes técnicas que ayudarán a calmarlo.








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