4 tips para que tu peque no llore en el pediatra

Toma en cuenta las siguientes recomendaciones para que no sea una tortura cada vez que lo lleves a consulta.

Los chiquitines aprenden jugando. Manipulando los objetos que ponemos a su alcance se familiarizan con ellos enseguida y aprenden su utilidad de un modo sorprendente. Por ello, si tu hijo llora cada vez que lo llevas al pediatra, no dudes en regalarle un maletín infantil de médico. Anima a tu peque a jugar juntos con él, simulando que estás con el pediatra.

Primero sé tú el doctor, para que entienda para qué sirve cada juguete, y luego pídele que sea él, el doctor. Entretenerse con estos «aparatitos» le ayudará a tener menos miedo y a sentirse mucho más seguro con el médico.

Para quitarle el drama a nuestras visitas al pediatra es muy aconsejable que siempre hables bien del especialista en presencia de tu pequeño. El objetivo es conseguir que lo considere como un amigo, como alguien en quien poder confiar. Tampoco está de más que cuando tengas que ir tú al médico te lleves a tu hijo de acompañante, para que compruebe que tú no sientes miedo.

El día de la cita

1. Llega a la consulta justo a la hora señalada. Al no tener que esperar, también mermas el riesgo de que tu hijo empiece a «pensar» y a ponerse nervioso.

2. Cuando llegue su turno, tómalo en brazos y actúa con naturalidad y decisión. Esto le dará mayor seguridad.

3. Para ahorrarle «sustos», quítale la ropa lentamente como si estuvieras jugando. Evita acostarlo de inmediato en la mesa de consulta, hazlo hasta que llegue el doctor.

4. Dale la mano durante la exploración, esto le reconfortará y lo hará sentir mejor.

En cualquier caso, hazle ver que estás a gusto en la consulta y aunque llore, no te muestres contrariada. Cuanto más serena te vea, más confianza irá adquiriendo para afrontar sus visitas al médico.