¿Por qué mi bebé duerme con la boca abierta?
Si notas que tu bebé duerme con la boca abierta, podría tener un grave problema de respiración.
La respiración por la nariz es muy importante para un bebé desde su nacimiento. No obstante, podría presentar dificultades para respirar por sus fosas nasales y acostumbrarse a respirar sólo por la boca.
A la respiración que se hace por la boca se le llama respiración oral o bucal, y es importante su detección porque puede disminuir la calidad de vida, afectando al desarrollo y crecimiento saludables del bebé.
De acuerdo con el artículo "Respiración bucal en los niños" publicado en el sitio de la Asociación Española de Pediatría (AEP), lo normal es respirar por la nariz ya que la respiración nasal mantiene a una persona sana de muchas formas:
- Las vías aéreas nasales calientan y humedecen el aire que respiramos, lo cual mejora nuestra salud respiratoria.
- Los vellos que recubren nuestros conductos nasales por dentro constituyen una primera línea de defensa contra patógenos como virus, bacterias, hongos o esporas.
- Al respirar por la nariz los senos paranasales producen óxido nítrico, lo que facilita la circulación de oxígeno por todo el cuerpo. (El óxido nítrico también ayuda a las defensas del organismo contra las infecciones).
¿Qué pasa si tu bebé no puede respirar por la nariz?
De acuerdo con la asociación, "lo más probable es que exista alguna obstrucción que dificulte el paso del aire desde la nariz al aparato respiratorio. Las causas más frecuentes en los niños son la hipertrofia (aumento del tamaño) de las amígdalas o de las adenoides (vegetaciones) y las infecciones respiratorias. Otras causas menos habituales son: rinitis alérgica, desviación del tabique nasal, hipotonía muscular, etc.".
¿Cómo identificar la respiración oral o bucal?
La Asociación Española de Pediatría establece algunos puntos a tener en cuenta para identificar cuándo la respiración del bebé es de forma oral o bucal:
- Ronca por las noches.
- Duerme o permanece gran parte del día con la boca abierta.
- Rasgos faciales como ojeras y aplanamiento en la zona de los pómulos.
- Hábitos parafuncionales como la deglución atípica (meter la lengua entre los dientes para tragar).
- Tendencia a levantar la barbilla y adelantar el cuello para respirar mejor.
- Padecer cuadros clínicos como otitis de repetición.
Algunas de las consecuencias que puede tener el pequeño si respira por la boca, son: deformación del rostro, ronquidos durante la noche, que no duerma bien debido a la falta de oxigenación por no estar respirando bien, problemas dentales y esqueléticos, al tener la boca abierta constantemente y, en algunos casos, problemas de audición y otitis asociados a este tipo de respiración.
¿Existe tratamiento?
De acuerdo con el artículo de la AEP, sí. Dependiendo de cuál sea la causa, es recomendable consultar con el pediatra para que valore cuál es la causa y cuál sería el tratamiento más adecuado. Es posible que exista la necesidad de derivarlo a un especialista -otorrinolaringólogo (oído, nariz y garganta), ortodoncista (piezas dentales) o logopeda (trastornos del habla y del lenguaje)- según sea el caso.
Si notas que tu bebé duerme con la boca abierta, no dudes en consultarlo con su pediatra para determinar por qué ocurre y cuál es el tratamiento indicado para él.
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