Un pequeño equilibrista

El equilibrio proporciona conciencia espacial, es decir, una relación correcta entre el cuerpo y lo que nos rodea.

No es bueno ni debes acelerar la adquisición del equilibrio de tu pequeñín, pero si puedes echarle una manita con algo muy simple: permitiéndole practicar el movimiento. Y es que lo bebés no nacen con esa capacidad. El equilibrio corporal se gana con esfuerzos y práctica. Y no se alcanza del todo sino hasta los cinco años. A continuación, descubre cómo es el desarrollo del equilibrio de tu nene dependiendo su edad.

 

8-9 meses: se mantiene sentado sin apoyo. No se caerá a menos que esté cansado. Muchos pequeños comienzan a desplazarse a gatas.

 

10 meses: se sienta sin ayuda y con la piernas estiradas. Puede hacer alguna actividad mientras está sentado, por ejemplo, manipular un juguete.

 

13 meses: se queda de pie sujeto a algo. A algunos niños les basta con agarrar el dedo de un adulto, aunque no se lleguen a apoyar en él. Saber que está ahí le da seguridad.

 

12-16 meses: la mayoría de los niños comienza a caminar en estos meses sin ayuda de un adulo o del apoyo de un mueble. Son realmente graciosos, algunos extienden las manos para controlar el equilibrio.

 

16-18 meses: aprenden a caminar hacia atrás. No es una cosa demasiado útil, si te detienes a pensarlo, pero les ayuda a desarrollar mucho el equilibrio. Para comprobar que tu hijo ya tiene esta capacidad, prueba esto: cuando el niño esté de pie, haz un movimiento como para sorprenderlo. Si antes se quedaba quieto o se dejaba caer en el suelo, ahora daría unos pasitos hacia atrás intentando agitar tu mano.

 

19-21 meses: ¡cuidado, se ha vuelto un temerario! Si hace solo unos meses daba sus primeros pasos temeroso y con mucho cuidado, ahora es capaz de subirse a una silla y quedarse parado hasta que lo bajes.

 

2 años: ya puede patear una pelota. Para hacerlo tiene que apoyarse en una sola pierna. ¡Qué gran logro!