8 razones para no dormir con tu hijo

¿Tu niño aún duerme con ustedes? Mira lo que dicen especialistas en psicología, pediatría y sueño; conoce los motivos más importantes por los que tu hijo debe dormir en su propia habitación

Por: Armando Ayala Foto: iStock

 

MUCHOS PAPÁS CREEN QUE NO PASA NADA AL DORMIR CON SUS PEQUEÑOS; SIN EMBARGO, LOS EXPERTOS NO OPINAN LO MISMO.

1- ADAPTACIÓN A SU PROPIO ESPACIO

A partir de los seis meses de edad se recomienda que el bebé tenga su propia recámara. En su cuarto es más fácil que se adapte y aprenda a dormir solo, pero si después de esa edad los padres intentan el cambio de habitación, puede sentirse vulnerable, abandonado o desplazado y le costará más esfuerzo desprenderse de la dependencia respecto a su mamá.

2- PATRONES DE SUEÑO

En la segunda mitad del primer año de vida se comienzan a establecer los hábitos de sueño del bebé. Si a la hora de dormir no hay distracciones y previamente ha sido alimentado y arropado, tu hijo puede dormir en periodos cada vez más estables y largos en su propia habitación. Observa si se frota los ojos, bosteza o cabecea y actúa en consecuencia. Conforme el pequeño crece, establece mejor sus horarios de alimentación y sueño.

3- CRECIMIENTO

El sueño adecuado en el niño favorece su crecimiento físico y desarrollo intelectual, al tiempo que permite reparar su cuerpo del cansancio cotidiano. Dormir bien es indispensable para generar la hormona del crecimiento, que se libera sobre todo en los primeros años de vida durante el sueño profundo. Si duerme en tu cama es posible que se interrumpa la continuidad de su sueño y llegue a sufrir de insomnio.

4- CARÁCTER

Los niños con su propia habitación suelen ser más independientes y autosuficientes, tener más autoconfianza; aprenden a cuidar sus cosas y a hacerse responsables.

5- RESPETO A LA INTIMIDAD

Tanto padres como hijos necesitan su propia zona de privacidad. Si duermen en la misma cama cada uno invade la intimidad del otro. Evita las dificultades entre pareja a causa de los niños pequeños.

6- AMBIENTE SALUDABLE

Hay mayores probabilidades de contraer enfermedades virales, como todos los tipos de gripas, cuando los integrantes de una familia duermen en la misma habitación, ya que la falta de ventilación, el espacio reducido y la concentración de contaminantes domésticos facilitan el contagio de infecciones.

7- AUTOCONOCIMIENTO

Tener su espacio le da oportunidad de conocer sus gustos e intereses, y también de escucharse a sí mismo en los momentos en que se quede solito. Por eso importa que le permitas escoger su decoración, encargarse del aseo de su cuarto, hacer lo que él decida ahí… pero con los límites responsables y respetando su privacidad.

8- MALOS HÁBITOS

Si los papás están muy cansados, han bebido o fuman de noche pueden poner en riesgo la vida de su hijo, además de que implican un mal ejemplo para el menor.

Cada miembro de la familia tiene su rol; por lo mismo, cada quien debe tener su propia habitación, como su espacio de individualidad y personalidad.

¿Y SI TIENE TERRORES NOCTURNOS?

Son comunes entre los cuatro y seis años, y suelen desaparecer a partir de los siete. Pueden responder a la muerte de un ser querido o de una mascota, la llegada de un hermanito o por estilos rígidos de educación.

¿Qué puedes hacer?

Es necesario que el niño recupere la confianza. Hazle entender, con paciencia y cariño, que no hay que temer, evita minimizar lo que siente y disminuye su angustia. Quédate con él un momento en su cuarto hasta que caiga en un sueño profundo y así cada noche hasta que todo vuelva a la normalidad.

 

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO POR PRIMERA VEZ EN LA EDICIÓN DE NOVIEMBRE DE LA REVISTA PADRES E HIJOS