5 formas de disfrutar del sexo durante el embarazo sin llegar al coito. FOTO GETTY IMAGES
Si tienes miedo de lastimar a tu bebé in utero durante el sexo, esta información te ayudará mucho para no negarte este momento íntimo con tu pareja. Se trata de aprender a disfrutar del sexo durante el embarazo sin llegar al coito con el llamado sexo tántrico. Te contamos qué es.
Para disfrutar del sexo durante el embarazo
El llamado sexo tántrico ocurre cuando las parejas consiguen compartir un vínculo único porque redimensionan sus encuentros amorosos y los convierten en algo verdaderamente especial.
En el tantra, el objetivo no está centrado en el coito, sino en el placer (esto es lo que facilita llegar a los orgasmos múltiples). Y justamente esto es lo que lo hace una excelente opción para disfrutar del sexo durante el embarazo, pues si bien tener relaciones sexuales durante el embarazo no es malo ni inadecuado (a menos que tu médico te lo prohiba), los miedos y dudas acerca del bienestar de tu bebé puede hacerte no entregarte por completo al momento ni a disfrutar del sexo al 100.
Y el sexo tántrico busca múltiples formas de dar y recibir placer, más allá del coito. Fomenta la estimulación de los cinco sentidos y el sexo se experimenta con posiciones variadas que permitan el acceso a los puntos más sensibles y un mejor acomodo de los cuerpos. También se coordinan las respiraciones de la pareja para entrar a ritmos similares.
De hecho, uno de los mayores beneficios de esta forma de disfrutar del sexo es que las mujeres se vuelven multiorgásmicas porque se entregan sin reservas y los hombres también son capaces de experimentar varias veces el clímax porque aprenden a controlar la eyaculación.
Acercarse a la sexualidad tántrica no es tan difícil. Leer e informarte al respecto es un buen inicio. También puedes encontrar escuelas serias y respetables que dan cursos tanto a nivel individual como de pareja.
¿Cómo disfrutar del sexo durante el embarazo?
La estimulación de los sentidos es muy importante, por ello es necesario acondicionar un lugar especialmente para el encuentro. ¿Los elementos? Lienzos rojos y anaranjados, almohadones grandes y mullidos, aromas de sándalo, ylang ylang o ámbar, velas, charolas con quesos y frutas, música suave.
Comiencen liberando energía sexual con una danza libre que les permita mover su pelvis y cadera. Rótenlas y balancéenlas con suavidad; luego muévanse al ritmo de la música. Mírense a los ojos, tómense de las manos, junten su frente y luego sepárense para volver a empezar.
Acaríciense. Darse placer es lo único que importa en ese momento. Usen las yemas de los dedos, los pezones, la lengua, los dientes y el cabello. Luego pasen a hacerlo con otros objetos como plumas o trocitos de hielo. Dense y entréguense un masaje sensual en zonas insospechadas.
Susúrrense cositas lindas y eróticas al oído, lancen suspiros en la nuca del otro, escuchen con atención el latir de su corazón. Junten su respiración y permitan que sus pechos se coordinen en el vaivén.
La penetración puede llegar… o no. Sí, pueden interrumpirlo para ir a dormir, realizar sus actividades y luego seguirlo. Los orgasmos llegan luego de un alto nivel de excitación y aunque forman parte de toda la experiencia, son la cereza del pastel. Prueben varias posiciones, ¡se sorprenderán con lo que pasa! Luego viene el reposo de los amantes, donde el broche de oro es la conciencia de haberse fundido como si fueran uno.
Beneficios del contacto de mamá con su recién nacido
Colocar a tu bebé sobre tu torso desnudo favorece la creación de un vínculo intenso. Es el principio pero puede determinar muchas cosas para tu bebé.
Beneficios del contacto de mamá con su recién nacido
Al poco tiempo del parto, mamá e hijo inician una relación íntima y exclusiva. No importa que seas primeriza, que hayas tenido un parto natural o cesárea… La naturaleza les dotó a ambos los mecanismos necesarios para que puedan empezar a conocerse, entender uno al otro y quererse desde el primer instante.
Nueve meses de espera y, por fin, tu bebé está aquí
El cambio es tremendo. El recién llegado debe adaptarse a la vida fuera del protector útero materno. Y como mamá tendrás que asumir un nuevo rol y aprender a cuidar de esa personita. Para que ambos se acomoden cuanto antes a la nueva situación, y se establezca una buena relación de apego, lo mejor es que estén piel con piel desde el primer momento.
El contacto después del parto es esencial para establecer el vínculo afectivo.
Si no hay una causa médica que justifique la separación, en muchas ocasiones se coloca al bebé sobre el torso desnudo de mamá tras haber despertado, se le coloca boca abajo, evitando luces directas o ruidos. Después, se tapa a ambos con una manta de algodón dependiendo de la temperatura de la sala, todo ello en un ambiente tranquilo, permitiendo que junto a la mamá esté papá o la persona que ella elija.
En las cesáreas con epidural, si la mujer y el niño están bien, también se procura facilitar ese primer encuentro. En ese momento sólo es necesario identificar correctamente al recién nacido y medir la puntuación del test de Apgar.
Si no se ha cortado el cordón umbilical, aún le llegará oxígeno desde la placenta y realizará poco a poco la primera respiración sin el estrés de ser privado de oxígeno de una forma brusca. El cordón se puede cortar más tarde.
Por otra parte, si la madre es trasladada a otro lugar, debería hacerlo con el bebé sobre su torso desnudo y bien tapados para evitar enfriamientos.
Muchos papás deciden entrar a la hora del parto y participar de cerca en la llegada del bebé al mundo. El vínculo padre-hijo también es importante y éste es un buen momento para empezar a consolidarlo. ¡Enhorabuena, papá!
Necesidad de protección
El calorcito materno le ayuda a mantener la temperatura corporal adecuada y a estabilizarse, le aporta seguridad y lo relaja. Está comprobado: los recién nacidos que pasan el periodo posterior al parto encima de su mamá lloran menos.
La mirada del recién nacido refuerza el instinto maternal, desde el primer instante surge un gran deseo de proteger y cuidar al nuevo ser. Hay una explicación fisiológica: el contacto físico estrecho mamá-hijo hace que segregues oxitocina, la llamada hormona del apego. Diversos estudios han demostrado que esta sustancia (la misma que provoca las contracciones uterinas) favorece la expulsión de la placenta, estimula la salida de la leche y juega un papel decisivo en la interacción con tu recién nacido.
En estado de alerta tranquila
Estímulos afectivos
Tras el nacimiento, el bebé parece entrar en un estado de alerta tranquila. Es un llamado periodo sensitivo, probablemente provocado por el estrés del parto. En este lapso, que dura cerca de dos horas, el pequeño suele tener los ojos abiertos, está tranquilo, apenas llora y se muestra muy sensible y receptivo a los estímulos afectivos que recibe del entorno: al calor de mamá, a sus caricias, a su voz.
Contacto visual
Si no hay interferencias, el contacto visual mamá-hijo en el posparto inmediato suele ser muy intenso. La nueva mamá mira con ternura a su pequeño y éste le devuelve la mirada. Incluso, es posible que siga con la vista los movimientos de ella e imite sus expresiones faciales. Aún hay más: por increíble que pudiera parecer, a las horas de haber nacido el bebé es capaz de distinguir la cara de su mamá de la de otras personas.
Amor maternal
La mirada del recién nacido provoca en ella fascinación y cariño. A menudo, esa primera mirada se recuerda como el instan te preciso en que nace el amor maternal.
Muchas caricias
Después del intercambio de miradas, la mayoría de las mamás actúa de un modo similar. Cuando contempla a su hijo por vez primera, lo examina siguiendo una secuencia muy, muy parecida: primero acaricia sus manitas; después, sus brazos; luego, toca su espalda y, a continuación, sus piececitos. Al final,abraza todo su cuerpo. Todo un ritual cargado de afectividad.
Mantén el amor de pareja…
Con mamá
Cuando separan a un bebé de mamá tiene un momento de sobresalto y desamparo en el que reacciona de un modo lógico: pidiendo aquello que necesita de la única manera que puede, llorando. Al principio moderadamente, luego con creciente angustia y desesperación. Los bebés no tienen aún sentido del tiempo, y la ausencia de mamá o persona de referencia significa un terror absoluto, no saben que va a volver.
Pasado un momento, el nene va dejando de llorar,no porque se haya calmado o se porte bien, sino por un mecanismo de autorregulación para preservar las constantes vitales, para no morir por perder toda la glucosa y temperatura de su cuerpo. Los pediatras que atienden neonatos temen mucho los efectos de la hipoglucemia sobre el cerebro del niño, y precisamente la separación la provoca, porque llorar consume glucosa y energía.
El cortisol, hormona del estrés que se produce con el miedo, también es muy tóxico para las células cerebrales de un ser aún inmaduro.
Llega un momento en que el bebé llora suavementey de modo mantenido, pero ya no grita. Es porque ha entrado en una fase (descrita por los científicos) de desesperación, en la que se activan los mecanismos de supervivencia, y a nivel psicológico ya no espera respuesta. Al fin, el bebé deja de llorar y, habitualmente, se duerme por agotamiento y para reducir al mínimo el consumo energético.
Por eso, no es bueno dejar a tu recién nacido llorar. Lejos de ayudarlo, sólo fomenta su inseguridad y miedo. Pero, está demostrado que, entre otras cosas, estar en contacto con mamá tiene estas dos ventajas:
1) Regula mejor la temperatura
El lugar más reconfortante para el bebé es, sin duda, el regazo materno. Cuando el niño está en contacto piel con piel con su madre se siente protegido y no suele llorar, por lo tanto, no pierde su temperatura.
Además, cuando tu bebé tiene exceso de calor, la temperatura del tórax de la madre baja de manera espontánea y, al contrario, sube si el nene estuviera algo frío. En los primeros meses, el cuerpo de mamá es una incubadora perfecta y le facilita al bebé la capacidad de regular el calor o frío.
2) Mejora sus constantes vitales
Si tu bebé está bajo los efectos del estrés; la inmunidad, tan importante para prevenir infecciones en un ser aún inmaduro, se deteriora y bajan las defensas. Los ruidos, las luces potentes, ser despertados para tomarles la temperatura… todo esto aumenta el estrés de los niños.
La mirada del recién nacido suele reforzar el instinto maternal, el deseo de proteger y cuidar al nuevo ser.
13 consejos para reavivar el amor en pareja y no morir en el intento.
Las personas que viven en una relación de pareja feliz, aprenden a pasar las adversidades (resiliencia); son más optimistas, flexibles y se adaptan mejor a los cambios positivos o negativos.
Lo primero que debes hacer para estar en paz contigo
Entender tus emociones para evitar conflictos y buscar soluciones.
No dejar que tus emociones te hagan perder el control.
Van a todos lados juntos, siempre aunque no se sientan a gusto.
13 consejos para reavivar el amor en pareja
¿Creen que han caído en la rutina? ¿Ya no sienten esa chispa de antes? Mira lo que pueden hacer…
Reconocer que pasan por una situación inestable
Saber qué necesita y desea tu pareja
Demostrar que es importante para ti
Expresar tu cariño
Tener detalles todos los días, (no deben ser materiales)
Descubrir nuevas cosas en el día a día con tu pareja
No esperar a que el otro dé el primer paso
Escuchar
Evitar reclamos de cosas muy pasadas
Tener una actitud abierta y comprensiva
Llegar juntos a acuerdos
Practicar algún interés en común o salir como cuando eran novios
Hacer actividades en pareja que los reten (clases de cocina…)
Lo más sano es que sean honestos y escuchen a su corazón, cuéntale lo que sientes y piensas a tu pareja porque es importante, sean creativos para evitar la monotonía.
El único sentido que el bebé tiene desarrollado al 100 % al nacer es el tacto. Por eso, a través del contacto físico, papá y mamá le transmiten lo importante que es para ellos, sus deseos de que crezca y se desarrolle sano. Para él es vital: mima a tu bebé desde el primer día.
DULCE BALANCEO
Desde que tu hijo llega al mundo necesita sentir tu calor de madre y establecer al instante un vínculo emocional. Por medio de la lactancia se produce un estrecho contacto físico. El pequeño tiene la oportunidad de oler a mamá, de tocarla y sentir el contacto con su piel. Además, oirá los latidos de su corazón, a los que está tan acostumbrado. Es una buena forma de disfrutar del bebé, quien recibe placer y confianza. El balanceo encanta a todos los bebés. Sienta al niño sobre tu regazo y muévete con suavidad y armonía, con un ritmo regular, mientras le sonríes, lo acaricias, le cantas…
TERNURA Y CARICIAS
La mirada, el contacto, el olor, la voz, los gestos cariñosos… son vitales para su desarrollo. Cuanto mayor sea la dosis de amor maternal (y paternal) que reciba el bebé a través de caricias y sonrisas, mejor se sentirá. La clave está en dedicarle tiempo. Tu cara y voz deben reflejar seguridad, confianza y alegría: de esta manera comienza a relacionarse con el mundo exterior. Para acariciarlo no uses plumas o telas, lo mejor son las manos.
Tomar en brazos a tu bebé le ayuda a relajarse y sentirse tranquilo, verás que si lo tienes así un buen tiempo comerá y dormirá mejor, lo cual es muy bueno para su desarrollo. Investigaciones pediátricas indican que sentir los brazos de mamá le facilita a tu hijo una mejor oxigenación, algo que favorece el óptimo funcionamiento de su organismo al tiempo que le produce una sensación positiva de seguridad y bienestar.
TÉCNICA CANGURO
Los investigadores de la Universidad de BarIlán, Israel, concluyeron que utilizar la técnica canguro (usar el calor del cuerpo de la mamá para mantener caliente al bebé) aumenta la capacidad de aprendizaje en los niños, tienen un mejor funcionamiento del sistema nervioso y mejor respuesta ante el estrés; además de ayudarles a regular el ritmo cardiaco, la respiración y la temperatura. Entonces, ¡abraza a tu bebé todo lo que puedas!
No reprimas tus ganas de abrazar a tu bebé: contrario a las creencias de antes, a los niños les hace mucho bien.
4 BENEFICIOS DEL CONTACTO FÍSICO:
•Disminuye el estrés
•Fortalece el sistema inmunológico