Expresiones que debes evitar al hablar con tus hijos

Descubre qué es lo que le transmites realmente a tu hijo cuando hablas con él. ¡Te sorprenderás!

Desde el nacimiento, siempre querrás hacer todo lo posible para educar a tus hijos de manera perfecta. Quieres ser el padre o madre ideal. Pero en ocasiones, a pesar de las buenas intenciones, al comunicarte con tus hijos puedes decir frases que en lugar de ser positivas tienen una carga negativa importante. A continuación te decimos cuáles son las expresiones que debes evitar cuando hablas con tus hijos. 

 

¡No llores!

 

Cuando dices cosas como ?no llores?, estás invalidando sus sentimientos y diciéndole que sus lágrimas son inaceptables. Esto provoca que los niños aprendan a omitir sus emociones, lo cual con el tiempo pueden conducirlo a arrebatos emocionales más explosivos o agresivos. 

 

?Te prometo que??

 

Las promesas rotas hacen mucho daño. Lo mejor es ser honesto con los niños y hablarles claro. Si haces promesas asegúrate de cumplirlas o dile que harás los mejor posible para que sucedan. Mantener tu palabra construye confianza y su ruptura la deteriora.

 

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Foto: iStock

 

?¡No es importante!?

 

Hay muchas maneras de minimizar y hacer menos los sentimientos de los niños, por ello hay que tener mucho cuidado con esto. A menudo ellos valoran cosas que pueden parecer insignificantes para ti. Así que hay que tratar de valorar las cosas desde el punto de vista de los niños. Si es importante para él, también lo debe ser para ti. 

 

¿Por qué lo hiciste?

 

Si tu hijo ha hecho algo que no te gusta, sin duda necesitas tener una conversación sobre ello. Sin embargo, debes dejar pasar un tiempo para que lo pueda entender y aprender de sus errores. Si lo haces justo en el momento, pensará que lo estás regañando y esto hará que se cierre y se ponga a la defensiva. 

 

 ?Si haces bien la tarea? Te daré un regalo?

 

Cuando sobornas a los niños es destructivo y desmotivador. Este tipo de intercambios pueden salirse de control y volcarse en tu contra. El pequeño no querrá hacer nada (tareas, quehaceres, etc.) si no le ofreces nada a cambio. ¡Piénsalo!

 

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