Pega, araña, muerde
Si conduces bien estos ataques, será algo pasajero que desaparecerá cumplidos los 3 o 4 añitos.
Si conduces bien estos ataques, será algo pasajero que desaparecerá cumplidos los 3 o 4 añitos.
Pocos son los niños que se han librado de algún arañazo o mordisco durante sus primeros años de vida, sobre todo entre el primer y segundo año, cuando aún no son capaces de comunicarse con palabras, pero ya pueden moverse por su cuenta. Si tu pequeño pega, araña o muerde, no te alarmes. Te contamos por qué los nenes sueñen actuar de esta manera y cómo debes comportan en esos casos.
¿Por qué lo hacen?
Afán de explorar. El morder está relacionado con la fase oral, que suele acabar aproximadamente a los 3 años. A esta edad todo lo chupan, todo lo muerden (incluso a su familia).
Una simple molestia dental. Están empezando a salir las muelas de los 2 años, por lo que tienen las encías inflamadas y les duele la boca. Si ha coincidido además con que le quitaste el chupón, la cosa se complica, porque están más irritables.
Una muestra de cariño. Aún no son capaces de calibrar sus emociones; por eso, lo que en un principio comienza como una demostración de afecto puede terminar con un mordisco. Ahí debe estar papá y mamá para decirle que se quiere besando o abrazando y no pegando.
¿Qué puedo hacer?
Poner etiquetas es contraproducente. El niño se las cree y termina actuando de acuerdo con ellas. Hay que tener mucho cuidado con el lenguaje y utilizar las palabras correctas. Quizás cuando le comentas a un niño que es malo, en realidad lo que estás pensando es que ese peque es muy inquieto. Las palabras que te regalan en la infancia te acompañan el resto de tu vida y marcan tu comportamiento. La palabra de un padres es la verdad absoluta de un hijo. Y es que para aprender es esencial querer a quien te está enseñando. En el caso que te ocupa, lo que debes hacer es acercarte a tu peque y decirle: <>. Y el niño lo entenderá. Se consigue mucho más hablando con los pequeños, quitándole presión a estas conductas negativas y potenciando las positivas que castigándolo o gritándole, y en caso de ellos hasta pegándole a ellos.
Cuando muerden hay que actuar combinando firmeza y cariño. Si una mami observa cómo su hijo araño o empuja a otro niño, lo primero que debe hacer es acercarse al niño agredido y asegurarse de que está bien. Después, se dirigirá a su hijo y le explicará, sin levantar la voz en ningún momento, que ha actuado mal, que le ha hecho daño a su amiguito. En el caso de que su conducta sea muy repetitiva, hay que sacarlo del conflicto y pararlo, tranquilizarlo. Le dirás que se esté quieto, sentadito observando cómo juegan los demás <>. Pensar o estar tranquilo es algo positivo, y si asocias esa palabra con un castigo, le estás dando un significado peyorativo. Es suficiente con hacer que se siente en un lugar apartado y decirle: <>.