¡Sorpresa, sorpresa!
Juegos para deleitar su curiosidad.
Juegos para deleitar su curiosidad.
Todos los bebés son curiosos. La mejor manera de satisfacer este deseo de aprender e investigar es dejarles explorar, gatear, tocar, chupar, rasgar… Siempre y cuando sepamos que están seguros y no corren peligro, por supuesto. También podemos participar con ellos de esta ansia por aprender y descubrir un montón de cosas nuevas. Nuestro tono de voz, nuestra ilusión al gritar «¡sorpresa!», los volverán locos. Y como les encanta hacer las cosas una y otra vez, pedirán que repitamos estos juegos tan emocionantes.
1. La caja de sorpresas
Siéntate en el suelo con la espalda apoyada en la pared y las piernas flexionadas. Coloca al bebé en tus piernas, con su cabeza sobre tus rodillas y de frente a ti, sonríele y tómale las manos; acaríciale cada dedito cantándole, o nombrándolos. Ejerce una leve presión sobre su palma.De una caja saca un objeto sonoro y llamativo, como un cascabel. Presentaselo: «¿Qué es esto que suena?… ¡Un cascabel!» y se lo ofreces.
Los juegos de dar y recibir le encantan y le ayudan a desarrollar la prensión voluntaria y, más tarde, la liberación del objeto. Cuando el pequeño lo tome, deja que lo explore el tiempo que necesite.
Es importante que en la caja haya objetos grandes y pequeños, duros y blandos, para que ensaye la prensión de diferentes cosas; la mano no se adapta igual a una pelota que a un grano de maíz.
2. Por este agujerito
Busca una botella de boca ancha y varias pelotitas que puedan introducirse en la botella. Sienta al bebé en tu regazo y dale el recipiente para que lo explore. Luego dale una de las pelotitas y observa qué ocurre.
Puede que suelte el recipiente para jugar con ella, que haga chocar los dos objetos o que se le ocurra meter la pelota dentro, depende de su madurez.
Haga lo que haga, toma una pelotita y métela en la botella; de nuevo dale tiempo para que haga lo que quiera con la botella y una pelota. A continuación, introduce otra pelotita. Es probable que, sin in dicárselo, él meta su pelota en la botella, ama imitar y explorar.
Cuando controle el gesto, inténtalo con un recipiente y objetos más pequeños (por ejemplo, frijoles).
3. ¿Dónde está?
Un simple pañuelo y la pregunta en un tono de voz alto, de sorpresa, pueden conseguir hacer un silencio absoluto en plena crisis de llanto.
La curiosidad es muy fuerte en niños y bebés, y les hace olvidar sus penas con facilidad. Si el llanto es alto, insiste un poco (hasta que te escuche). Es muy fácil que entre en el juego.
Empieza a esconder cosas bajo un pañuelo a partir de los tres o cuatro meses. Siéntalo en tus rodillas y, en esta posición, además de cosas, puedes esconderte a ti misma («¿dónde estoy?») o esconderlo a él («¿dónde está el bebé?», preguntas y, a la vez, le tapas la carita con un pañuelo grande).
Además del tono de voz alto y divertido (imprescindible para tener éxito) es importante la actitud corporal y vivir la experiencia, acercarnos y alejarnos del pequeño, conectar con su mirada y emocionarte cuando descubre lo escondido.