Ayuda: papá maleduca
Si te la pasas todo el día educando a tu hijo pero cuando llega su papá le permite todo, necesitan leer este artículo en pareja
Por: Armando Ayala Fotos: iStock
Si te pasa que la mayoría de las veces eres “la mala” de la historia, ocurre que a los niños les encanta crear predilección por quienes los dejan hacer y deshacer sin límites. Ojo, en la crianza mamá y papá deben educar en conjunto por el bien de su familia.
PAPÁ INVOLUCRADO
Pese a trabajar muchas horas fuera de casa, procura enterarte de lo que sucede en tu hogar. Investigaciones demuestran que cuando papá se responsabiliza de la crianza de su pequeño en las mismas condiciones que la mamá, los niños aprenden más, disfrutan de mayor éxito académico y exhiben un comportamiento más saludable. En el caso de los padres separados, que no comparten el hogar pero siguen de cerca la evolución de los niños y se preocupan de su cuidado, la reacción de los hijos es exactamente igual. Lo que necesitan en pareja es básicamente hablar, hablar y hablar, y así lograr acuerdos benéficos para todos en casa.
¿QUÉ NECESITA TU HIJO DE TI?
–Un padre que se involucre y esté presente.
–Que lo acompañes de cerca durante su crecimiento.
–No creas que porque tu hijo está con su mamá todo el día, puedes desentenderte.
–Estar presente en acontecimientos de la vida del niño: alegrías, tristezas, logros, dificultades…
–Ponerte de acuerdo con tu pareja para organizar horarios, cuánta tele puede ver o la cantidad de dulces que puede comer en la semana.
SI TU PAREJA ESTÁ FUERA TODO EL DÍA POR TRABAJO Y ERES AMA DE CASA, SIGUE ESTOS TIPS:
Cuando tu pareja llega al hogar, permite un ratito padre-hijo para que se reencuentren y se den la bienvenida. Ese ritual de besos y abrazos anuncia el inicio de la parte del día en que la familia está reunida. Si al niño le quedan pendientes por hacer antes de cenar (bañarse, ta- rea, ordenar su cuarto…), es un buen momento para hacerlos con papá. Pueden poner juntos la mesa mientras platican qué hicieron en el día.
No te quejes del niño delante de él. Si consideras que el pequeño está en una temporada difícil, plantéalo como una cuestión familiar: “Sucede esto, ¿cómo lo podemos solucionar entre ambos?”. Ser mamá no significa resolver sola los problemas: busquen opciones en conjunto. La llegada de tu pareja no significa pasarle la estafeta, dejarlo a cargo de todo y desentenderte de su hijo.
CASO 1
Mi pareja llega de trabajar y se sienta en el sillón, los niños sacan los juguetes y en cinco minutos desordenan todo.
SOLUCIÓN: si se te antoja, únete a los juegos o aprovecha para darte un baño y, como el orden de casa les concierne a todos, la sala debe quedar recogida antes de cenar.
CASO 2
Mi pareja lo consiente en todo, hasta permite que responda mal con tal de complacerlo y me regaña frente a él. Dice que es demasiado pequeño y que se le pasará. El niño es el típico malcriado.
SOLUCIÓN: hay adultos más permisivos, pacientes o complacientes que otros, pero su responsabilidad es criarlo bien. Es necesario acordar con tu pareja dónde estarán los límites.
ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO POR PRIMERA VEZ EN LA EDICIÓN DE NOVIEMBRE DE LA REVISTA PADRES E HIJOS