Conoce la forma correcta de darle agua a tu bebé
En un bebé «el agua juega un papel fundamental en su crecimiento y desarrollo. Si no ingiere las cantidades apropiadas de ésta, podría deshidratarse fácilmente y, por consiguiente, poner en riesgo su salud», advierte María Fernanda García, licenciada en Nutrición y educadora certificada en Diabetes.
Y es que los niños eliminan más agua que los adultos, ya que están sometidos a un continuo y rápido crecimiento que requiere de una constante reposición de líquidos. Además, están más expuestos a trastornos como: diarrea, vómitos y fiebre, que contribuyen a eliminar agua del cuerpo. También presentan menor tolerancia al calor y su temperatura corporal se eleva más rápidamente, por lo que tienen un mayor riesgo de deshidratación.
¿Cómo hidratar a tu bebé?
De los 0 a los seis meses no se recomienda dar ningún otro tipo de líquidos, la leche materna o de fórmula aportan la cantidad necesaria para la hidratación de tu chiquitín. Ofrecer otro tipo de líquidos podría ser contraproducente debido a la inmadurez del aparato digestivo del bebé.
A partir de los seis meses puedes darle a tu bebé agua simple y, con medida, jugos naturales, principalmente en situaciones de deshidratación como vómitos, fiebre, diarreas, calor excesivo, etc. La cantidad dependerá del grado de pérdida de líquido, edad y características del nene.
La excepción a la regla:
- En caso de que un bebé de esta edad se encuentre en un clima muy cálido y sude demasiado, es necesario incrementar el número de tomas al día para evitar la deshidratación.
- En los pequeños que se alimentan con otro tipo de sustitutos de leche, con sus tomas cubren sus requerimientos de manera apropiada, ya que para diluir la fórmula se requiere un aporte de agua importante. Por eso, no se recomienda darles más agua u otro tipo de líquidos como jugos, refrescos y tés.
- En caso de que el niño se encuentre enfermo, es importante consultar al médico, y entonces probablemente será necesario ofrecer agua adicional a la aportada por la leche, o bien, incrementar el el número de biberones al día.
Por Felipe Salinas