Evita que tu hijo vuelva a morder a otros niños
Tu hijo no muerde porque sea un niño malo (no conoce el concepto de maldad), simplemente está experimentando, probando su individualidad o manifestándose por alguna razón. Si conduces bien “estos ataques”, que vuelva a morder a otros niños será algo pasajero que desaparecerá cumplidos máximo los cuatro años.
Si tu pequeño pega, araña o muerde, ten en mente que la mayoría de los niños pasan por esa fase: mantén la calma y no te alarmes. Aprender a afrontar la agresividad infantil requiere de mucha paciencia, tiempo y perseverancia.
1) Cuando lo haga, en ese instante intervén para marcarle un límite; dile que no está bien su acción y proponle otra forma de actuar.
2) Trabaja con su lenguaje, cuando se enoje ayúdalo a tranquilizarse y enséñale a expresar sus emociones con palabras.
3) No dejes que lo etiqueten en la escuela como un “niño difícil” o “mordelón”.
4) Nunca lo muerdas tú “para que aprenda”.
5) Busca información acerca de las conductas problemáticas y normales en los niños .
6) Reflexiona en estas preguntas:
• ¿Cómo es tu relación con tu hijo?
• ¿Estás dedicándole tiempo de calidad?
• ¿Eres constante en hacer respetar las reglas y flexible con lo que no es importante?
• ¿Le demuestras a tu niño todos los días cuánto lo quieres, se lo haces sentir, se lo dices?
7) Enseña a tu hijo a regular la agresividad natural de su edad a través del ejemplo: mantén la calma cuando te sientas agobiada y por ninguna razón le des un golpe; igualmente, nunca pierdas la tolerancia y el respeto con la gente, recuerda que los niños están muy atentos a todas tus conductas y reacciones.