Enseñar a los niños a saberse reír de sí mismos, ¡mejora su autoestima!
Y que sepan que ¡todos nos equivocamos!
Y que sepan que ¡todos nos equivocamos!
?Un niño que sabe asumir una broma, que comprende el sentido literal y figurado de las cosas, suele ser más seguro de sí mismo y también más asertivo y valiente?, asegura Rosario Ortega Ruiz, catedrática de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba.
Y ademàs comentó que reírse de uno mismo ?no es el antídoto definitivo contra el victimismo, sí es un signo de inteligencia, equilibrio y madurez emocional, ya que proporciona seguridad y confianza. Y esto sí que es una eficaz vacuna para enfrentarse a ciertos fenómenos de bullying?.
Expertos comentan también que el sentido del humor es una herramienta determinante a la hora de motivar. Y es que una persona que es capaz de reírse de sus defectos, sus complejos, sus trabas, no pide el reconocimiento de los demás para sentirse bien consigo mismo y se acepta tal cual es?.
Una de las claves capaces de resolver este déficit de autoconfianza reside en descubrir que todos nos equivocamos y que es posible aprender a reírnos de las faltas propias.