5 regalos de amor para tu bebé
Más allá de los juguetes y bienes materiales que puedas ofrecer a tu pequeño, hay regalos invaluables que nunca olvidará. ¡Conócelos!
Más allá de los juguetes y bienes materiales que puedas ofrecer a tu pequeño, hay regalos invaluables que nunca olvidará. ¡Conócelos!
1. Límites: aunque parezca que los niños desean libertad absoluta, la verdad es que necesitan saber qué pueden y no pueden hacer, pues los límites los hacen sentirse seguros, tranquilos y, poco a poco, autónomos. Por eso, aunque tu hijo sea aún muy pequeñito, repite la palabra «no» serenamente y cuantas veces sea necesario cuando quiera alcanzar algo, llevarse a la boca o jugar con un objeto peligroso, o bien, si muerde, tire la comida, pegue o tenga cualquier otro comportamiento inapropiado.
2. Rutinas: tu bebé necesita que ciertas situaciones se repitan una y otra vez para superar la confusión inherente a su inexperiencia, y para comprender ciertas nociones (como la de «permanencia objetal», gracias a la cual logra comprender que lo que sale de su campo visual, desde un juguete hasta sus padres, no necesariamente se ha ido para siempre). Las rutinas son una herramienta muy útil para crear un sentido de orden y control en la vida de un pequeñín, así que respeta, en la medida de lo posible, los tiempos y espacios en que tu niño duerma, se bañe, se alimente, juege y conviva contigo.
3. Armonía familiar: una buena relación entre los padres es clave para inspirar el comportamiento de los niños, por más pequeños que sean. Los chicos que crecen en un clima de cordialidad no sólo aprenden formas apropiadas para relacionarse en el futuro y son emocionalmente más sanos, sino que están en condiciones de aprovechar su energía en tareas creativas y constructivas.
4. Diligencia: si dependieras de alguien para comer y estar limpia, ¿te gustaría que te atendiera alguien poco paciente? A tu hijo tampoco, pero, a su corta edad, no puede más que esperar a que sus padres, o alguien más, le ayuden con sus necesidades. Una atención tardía es muy dañina, ya que produce inseguridad psicológica, y ésta lastima la confianza para pedir y recibir lo que se necesita. Cuando sea su hora de comer o del cambio de pañal… será mejor armarte de paciencia y lo atiendas sin demora, haciéndole saber que lo haces porque lo amas.
5. Una voluntad fuerte: entrena su fuerza de voluntad: una vez que pueda desplazarse de un lugar a otro (gateando, trepando o caminan- do), coloca objetos de su interés de modo que pueda alcanzarlos mediante cierto esfuerzo físico y un poco de perseverancia. Cuando a pesar de sus intentos no logre su objetivo, ayúdale y prémialo con un beso y un aplauso.