Padres e hijos

Saber perder, beneficios para tu hijo de enseñarle esta lección

Te decimos por qué es importante que los niños aprendan a perder y canalizar sus emociones de manera positiva.

.

.Pexels

Creado:

Actualizado:

Saber reírse de sí mismo, superar adversidades, aceptar frustraciones, entre otras habilidades es lo que tu hijo puede aprender de saber perder. Mira en qué más esta lección lo pude beneficiar.

A nadie le gusta perder un juego, una competencia, un trabajo, un proyecto… entre otras cosas debido a que genera una gran frustración y daña la autoestima. Sin embargo, esta experiencia guarda una gran lección: el aprender a reponerse para convertirse en una persona más fuerte mental y emocionalmente, además de enseñar a los niños a ser más pacientes.

Ser un buen perdedor esconde detrás de sí una aceptación de la vida misma: saber que las cosas no siempre saldrán como queremos. Entender y soportar la frustración, aceptar un no y conectar con la inteligencia emocional que, entre otras cosas, permitirá al niño a reconocer sus emociones y, eventualmente, a saber cómo gestionarlas. 

Te decimos por qué es importante que los niños aprendan a perder y canalizar sus emociones de manera positiva.

El psicólogo y coach Fernando Pineda, habla sobre la importancia de hablar estratégicamente con los pequeños para dar estas lecciones. Lo primero que señala es que la frustración es una reacción emocional involuntaria y natural, y si a los adultos a veces se les sale de control es esperable que los niños, que aún están en etapa de desarrollo emocional, no sepan cómo gestionarla. Por lo tanto hay que tener paciencia y entender que si se enoja al perder en un juego, es normal. 

Una de las peores cosas que podemos hacer, incluso entre adultos, es que cuando alguien está frustrado, le digamos "no te frustres o no te enojes". Entonces debemos ser empáticos con los peques y saber que si no funciona con los adultos, tampoco funcionará con ellos. 

.

.Anastasia Shuraeva - Pexels

El especialista puntualiza que: "Debemos permitirle que sienta esa emoción y no reprenderlo, pues debemos entender que si bien debemos ser firmes con la conducta y la disciplina, las emociones son involuntarias, por lo cual si queremos ejercer una educación sana, no hay que tratar de controlar las emociones de los hijos. Cuando alguien nos escucha, nos comprende y nos acepta es muy difícil mantener un estado de enojo". 

Pineda asegura que las personas al hacerse las enojadas, obtienen dos cosas y esto los lleva a seguir haciéndolo:

  • Intimidar para conseguir lo que deseamos: especialmente en la actualidad donde los padres tratan de ser comprensivos y bondadosos con sus hijos. "Cuando un niño se enoja por perder un juego puede estar pretendiendo recibir atención por parte de sus padres, en especial cuando son del tipo de papás que con tal de que el niño no se frustre le dejan ganar o lo premian de otra manera", esto ocasiona que, sin darse cuenta, los padres estén enseñando a sus hijos a conseguir lo que quieren a través de la intimidación. 
  • El desquite o revancha: existen los padres que se molestan al ver tal conducta en sus hijos y los regañan o les llaman la atención en público.  Incluso los castigan por mostrar su frustración o enojarse al perder. "Cualquiera pensaría, 'en estos casos no ganan nada los niños entonces porque lo siguen haciendo'. Pero recuerda que si hacemos algo es porque ganamos algo, y en este caso los niños ganan algo muy importante que es un desquite, una revancha", asegura. 

Dos consecuencias posibles

El psicólogo dice que ante la demostración de esta emoción los padres pueden aplicar dos consecuencias posibles. Tener una buena comunicación con tu hijo será imprescindible para revertir esos momentos de "furia". Estas consecuencias serán válidas para ayudar y enseñar a sus hijos a gestionar sus emociones. 

.

.Pexels

1). No obtener lo que buscan. "Asegúrate de no estar hablando y hablado tratando de explicar a tu hijo por qué no debe actuar así, por lo menos no hasta que se tranquilice pues con eso le estás dando atención", dice. En este caso lo importante es asegurarse de no dejar ganar al niño o de darle alguna recompensa con tal de que se calme. No mostrar enojo o malestar por su actitud será la clave. Y recordar mostrarle comprensión, pero denotando que lo que hace no tiene por qué afectar al adulto.

2). Se acaba el juego. Si el niño tiene esa actitud está bien, se acaba el juego. Pineda explica que gran parte de impartir una buena consecuencia es saber como explicarla. En este caso si se le dice 'pues si vas a estar enojada ya no hay que jugar' no es lo mismo a decirle al niño: 'Pues bueno, pudieras tener otra oportunidad para que seas tú quien gane, pero como quieres tener esa actitud está bien ya no hay que jugar aunque eso implique que pierdas tu oportunidad de ser la ganadora'. Al explicar la consecuencia le das a entender que su actitud es la responsable de que pierda su oportunidad de ganar.

Ganar o perder no siempre es lo importante, enseña a tu hijo a que lo más importante es competir, pero para ser mejor cada día. Este tipo de aprendizaje le brinda a los pequeños mejores herramientas para ser una persona exitosa en su futuro. "Es crucial que le enseñemos a los hijos con el ejemplo cómo manejarse cuando ganan y cuando pierden".

tracking

No te pierdas...

Recomendamos en...

Recomendamos en...

Recomendamos en...

Recomendamos en...

La supuesta supernova ASASSN-15lh podría ser, en realidad, un agujero negro que rota a gran velocidad mientras consume una estrella cercana.

Un agujero negro pasado de vueltas

En 2015, el programa ASASSN de la Universidad de Ohio detectó lo que parecía ser la supernova más brillante jamás registrada, denominada ASASSN-15lh. Sin embargo, tras diez meses de estudio, los astrónomos descubrieron que en realidad se trataba de un agujero negro en rápida rotación que había destrozado una estrella cercana, convirtiéndola en un espagueti superluminoso.

Recomendamos en...