La ornitofobia es muy común en los niños, ¡descubre cómo atenderla!

La ornitofobia es el miedo irracional, excesivo y anormal que algunas personas sienten hacia las aves. Pero muchas veces no es fácil distinguir los miedos "normales" de tu hijo, de las fobias. Por eso es necesario aclarar algunas características específicas de las fobias, para que puedas ayudar a tu peque si esto está pasando en casa.  

Para muchos niños y adultos es muy común experimentarlo, sin embargo, debemos poner mucha atención, ya que como cualquier fobia, puede empeorar si no la tratas.

Quien padece esta fobia "sabe que su miedo no se sustenta de forma lógica; sin embargo, esto no hace que deje de experimentarlo. En ocasiones, entrar en contacto con el estímulo fóbico -que no supone una amenaza real- provoca tal grado de ansiedad que la persona se decanta por evitar o escapar, aunque el coste objetivo de esta acción sea elevado", de acuerdo con el artículo "Ornitofobia o fobia a los pájaros: ¿en qué consiste?", escrito por la psicóloga con especialidad en psicoterapia cognitivo-conductual, Elena Sanz, en el portal La mente es maravillosa,

¿Cuál es el origen del miedo?

Las causas son diversas, pero probablemente se deba a que el niño, joven o adulto, vivió una mala experiencia con alguna ave, principalmente con las de corral.

Síntomas y manifestaciones

De acuerdo con la psicóloga, esta fobia involucra tres componentes: el cognitivo, el fisiológico y el conductual.

Es importante hacer notar que aunque los niños son más propensos a sentir este temor, hay adultos que no han podido superar el miedo y aunque comprenden mejor que no hay peligro si te trata de un ave de corral, prefiere no arriesgarse, por lo que no debemos obligarlos a hacerlo.

¿Existe tratamiento?

Como padre o madre seguramente te preguntarás si hay un método o procedimiento para aliviar el malestar, para las fobias de tu hijo y cómo puedes tratarlas. Aquí te contamos cuál es la opción recomendada por una especialista. 

De acuerdo con la especialista, el tratamiento de elección para esta fobia, expresado en el marco de las terapias cognitivo-conductuales, es la "exposición con prevención de respuesta".

Esto significa que el eje principal de este tratamiento consiste en exponer a la persona al elemento temido. "Esta exposición puede realizarse de forma intensiva o gradual. Se trata de que la persona soporte la estimulación temida hasta que la ansiedad empiece a remitir en ausencia de respuesta de evitación o huida". 

Por supuesto, esta práctica podría ser muy intensa si no se cuenta con la preparación del paciente o el acompañamiento adecuado. Por eso, previamente, se brindan herramientas para que el paciente pueda enfrentar esa situación. "Se suele entrenar a la persona en alguna técnica de control de impulsos o de reducción de la ansiedad (relajación)", asegura. 

El terapeuta diseñará un plan de aproximación progresiva a las aves para que el sujeto vaya aprendiendo a exponerse a ellas, controlar sus respuestas ansiosas y habituarse a los elementos temidos. 

La relajación y los ejercicios de respiración serán claves para que el paciente se sienta en control. Para los niños, será ideal conocer ejercicios que ayudan a manejar la ansiedad o estrés. También sirven para reducir la ansiedad que genera los estímulos fóbicos y facilitar el proceso de exposición a las aves.

De todos modos, habla con tu hijo/a, pregúntale a qué le tiene miedo, observa sus reacciones a los diferentes estímulos del exterior y podrás decidir lo mejor para mejorar su calidad de vida.