Padres e hijos
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Los gatos tienen fama de ser poco afectuosos, sociables, confiables, traicioneros, desconfiados, pero en realidad son seres que cuidan la casa donde viven y a los humanos que la habitan. Te invitamos a conocer más acerca de todo lo bonito que un gato puede traer a tu vida y a la de tu familia.

Los gatos son protectores de tu hogar

Si piensas que los gatos son muy egoístas, necesitas saber que ellos nos protegen; claro, no como un perro, ellos lo hacen a un nivel metafísico. Justamente por esta característica, en Egipto eran muy queridos, de hecho, por eso existe la diosa Bastet (una figura felina), que es la protectora del hogar.

Es decir, mientras que los perros nos protegen a un nivel físico, los gatos son capaces de defendernos de las influencias no físicas que a nuestro alrededor podrían herirnos; nos defienden de la negatividad. Quienes tienen un gato en casa pueden atestiguar que sus gatos se esconden o se erizan frente a personas negativas; en cambio, cuando perciben a una persona con buena vibra, con toda la confianza del mundo buscan su regazo para dormir plácidamente.

¿Cómo te protegen de esta energía? Se cree que ellos la absorben, pero no te preocupes mucho: la desechan. Además, justo esta característica les permite proteger la salud de sus humanos: se cree que curan sus males absorbiendo de su cuerpo «la mala energía» de la enfermedad. Por ello, cuando te duele el estómago, ellos suelen echarse sobre él, o cuando tienen problemas emocional, sobre tu corazón.

En realidad, son grandes compañeros para resguardar la armonía en tu hogar y la paz de tu familia. ¡Inténtalo! Notarás que con solo acariciar su pelaje durante algunos minutos y escuchar su ronroneo, te transmiten calma porque te relaja.

Felipe Salinas

 

 

 

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