Carta a mí: mi batalla más grande, el dejarlo ir
Carta a mí: mi batalla más grande, el dejarlo ir
Recuerdo el momento en el que abrí el sobre y leí “positivo” e incrédula me pregunté: “¿estoy embarazada?”. De inmediato me sentí otra: como si algo mágico me hubiera transferido una fortaleza distinta; una sensación que me hizo sentir un gran poder: el de ser mamá.
¿Qué ha sido lo más difícil que he vivido con mi hijo a lo largo de los años? ¡Uf! Cuántas risas, llantos, alegrías, miedos, incertidumbres, sorpresas hemos vivido juntos, ¡y las que faltan!
Recuerdo bien su primer día de clases y lo mucho que lloré. Cuando me dijo: “yo solito, mami” e intentó vestirse; cuando aprendió a andar en bici; la primera vez que se fue de campamento, cuando lo invitaron a una pijamada y durmió fuera de casa; cuando me dijo: “ya tengo novia”; cuando me contó que su sueño era estudiar en Europa, ahorré, lo apoyé y lo vi tomar ese avión; cuando me dijo: “ma, me voy a casar” y cuando me compartió: “¡voy a ser papá!”…
Cada uno de esos momentos agridulces los refleja el cortometraje de FUD, “Sin ti”, que es sin duda un homenaje a ese momento tan difícil que vivimos cada mamá a su manera, al escuchar a Miguel Bosé cantando “Te amaré” mientras vi las escenas (en las que quizá tú también te sientas identificada), no pude evitar que se me salieran las lágrimas.
Quizá he podido abandonar profundos amores, renunciar a entrañables amistades o a trabajos muy prósperos, me mudé de casa y viví en otro país… más la separación mamá-hijo es lo más complicado a lo que me he enfrentado. Porque desde que recibí aquella noticia de que la vida se abría camino dentro de mí, supe que debía ser fuerte, que haría todo para protegerlo pero también en el fondo, sabía que esa personita no me pertenecía del todo y que algún día, debía armarme de valor y dejarlo ir…
Como mamá sabes lo que es dar vida y llenar la vida con amor; luchar, ser fuerte, dar cada día más… Nadie nos prepara para ser mamá y menos, para aceptar que un hijo deja de necesitarte poco a poco, nadie te dice qué hacer con eso que sientes cuando tu hijo debe enfrentarse al mundo y debes dejarlo en la guardería o que lo cuiden los abuelos o cuando ya va a la escuela… Ha sido difícil para mí, pero sé que el mismo amor de mamá me ha ayudado a ver a mi hijo crecer e irse, a convertir el desprendimiento en un amor aún más fuerte, a aprender que el verdadero amor es libre y que lo debo soltar para que encuentre su propia felicidad… “Con la paz de las montañas, te amaré, con locura y equilibrio, te amaré… Como me enseñaste a ser… En secreto y en silencio, te amaré… Con el corazón abierto, por ser algo no perfecto, te amaré… Te amaré, te amaré, como nunca se ha sabido… Con defectos y manías, te amaré, te amaré…”.
Por Mayra Martínez y Jessica López
https://www.youtube.com/watch?v=EsCLqjztH1o