¡No contamines tu leche materna! Guía para almacenarla de forma correcta

La leche materna es el principal alimento para los bebés lactantes sobre todo los primeros 6 meses de su vida, ya que otorga todo lo que necesitan los chiquitines para crecer fuertes y sanos. 

Lo más importante es saber cómo conservarla para poder mantener esta fuente de alimentación íntegra durante todo el día (sobre todo si eres una mamá que trabaja). 

Según la "Guía Rápida para la Conservación y Manejo de la Leche Materna" del IMMS (Instituto Mexicano Del Seguro Social) y la Secretaría de Salud del Estado de México, estos son algunos de los puntos clave que te ayudarán para guardar la leche extraída sin riesgo de contaminación.

Recuerda que tienes que mantener limpia la superficie donde realizarás la extracción, así como la del aparato extractor. 

Si te encuentras de regreso en el trabajo, el baño no es un lugar salubre para la extracción de leche materna. Lo mejor es hablar con las personas de tu oficina para que tanto tú y otras mujeres lactantes tengan una sala de lactancia, que es una área asignada, digna, privada, higiénica y accesible para que las mujeres en periodo de lactancia amamanten o extraigan y conserven adecuadamente su leche durante su jornada laboral. 

Aunque suene lógico, no está de más enfatizar en la importancia de la higiene personal al iniciar el proceso de extracción de leche materna. Por esta razón, lávate bien las manos con agua y jabón antes de manipular la leche y asegúrate de que los recipientes o bolsas estén limpios y esterilizados antes de usarlos. A nivel corporal, báñate antes de iniciar el proceso, lleva el cabello recogido y no uses perfumes y/o cremas para que ningún factor contaminante invada tu leche materna. 

Es muy importante elegir los recipientes adecuados para guardar la leche materna. Usa recipientes de vidrio de preferencia o si son de plástico, asegúrate de que estén libres de bisfenol A (BPA), sustancia química que se utiliza en combinación con otras para fabricar plásticos y resinas. Las botellas sin BPA se pueden identificar a través del código de reciclaje. Las botellas BPA Free tienen los códigos de reciclaje 1,2,4 y 5

Se recomienda crear etiquetas para cada recipiente o bolsa con tu nombre (madre) y la hora con fecha de extracción. Esto te ayudará a utilizar la leche materna más antigua primero.

Se sabe que la vida puede sentirse muy apresurada y es probable que quieras sacar más leche para que puedas tener para el futuro, pero lo más óptimo para que la leche no se contamine y que logre cumplir su cometido es que la guardes en porciones pequeñas. 

TIP: No olvides que la leche materna a temperatura ambiente dura solamente 4 horas después de la extracción. Lo mejor es guardarla en porciones pequeñas, dependiendo de lo que consuma tu bebé por toma (regularmente es alrededor de 60-120 ml) para evitar desperdicios, además de que facilita descongelar la cantidad exacta que necesita el bebé. 

Refrigera o congela la leche materna lo más pronto posible después de extraerla. Al ingresarla al refrigerador, colócala en la parte posterior, donde la temperatura es más constante.

La temperatura para que la leche materna se mantenga por más tiempo y no se contamine es de 0-4 °C (32-39 °F) y si es en el congelador la leche debe permanecer a -18 °C (0 °F) o más frío.

Al descongelarla, lo ideal es empezar bajándola al refrigerador o en agua tibia a baño maría y no utilices el microondas, ya que puede calentar la leche de manera desigual y destruir nutrientes.

Una vez que la leche se ha descongelado, no la vuelvas a congelar y úsala dentro de las 24 horas.