Descubre cómo identificar por qué llora tu bebé

Te decimos cómo puedes detectar las emociones que ocasionan el llanto de tu pequeño.

Tener la certeza por la cual llega a llorar tu bebé es una tarea que parece imposible, lo cierto es que cuando somos padres primerizos debemos darnos a la tarea de conocerlos mejor para comenzar a identificar las causas por las que lloran.

 

Es normal que debamos aprender sobre esos momentos difíciles mediante la eliminación, es decir, que revisamos una por una las posibles causas de su llanto. Sin embargo, eso puede llevar un buen ratito y algo de desesperación. No obstante, investigadores españoles pueden tener la solución.

 

Luego de estudiar el llanto en bebés de entre 3 y 18 meses de edad, especialistas de la Universidad de Murcia y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), existen diferencias reconocibles en los rostros de los bebés cuando lloran, lo cual puede ayudar a deducir sus emociones y motivo que propicia su llanto.

 

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De manera general, cuando un bebé llora, los músculos de su rostro se caracterizan por una gran tensión en la frente, las cejas o los labios, la apertura de la boca y la elevación de las mejillas. Y existen algunas diferencias dependiendo de la emoción:

 

Enojo: mantienen los ojos medio cerrados, con una mirada aparentemente sin dirección o, por el contrario, fija y prominente. Su boca está abierta o entreabierta, y la intensidad del llanto aumenta progresivamente.

 

Miedo: los ojos permanecen abiertos casi todo el tiempo y a veces tienen una mirada escrutadora y mueven la cabeza hacia atrás. El llanto aparece de forma explosiva, después de un aumento gradual de la tensión.

 

Dolor: sus ojos están cerrados casi todo el tiempo, y en los pocos momentos en los que están abiertos, la abertura es mínima y distante de la mirada. Además, existe un alto grado de tensión y el ceño fruncido. El llanto, que desde el principio alcanza su intensidad máxima, comienza de forma repentina e inmediatamente después del estímulo.

 

De esta manera podemos reconocer las emociones que están detrás del llanto de los pequeños, si somos más observadores los conoceremos mejor y así podremos ayudarlos de mejor manera. ¡Inténtalo y verás la diferencia!

 

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