8 cosas que no debes decirle a los niños

Por el modo de crianza, muchos padres aprendieron que ciertas maneras son las correctas a la hora de marcar límites en la casa o de educar a sus hijos. Lo que no tienen en cuenta es que actualmente hay un respeto por el niño que antes no existía como tal y que con el tiempo y la validación de las infancias se ha llamado crianza positiva o crianza responsable.

Toca ahora hacer autocrítica y preguntarnos si los métodos y las frases que se estaban utilizando hasta ahora funcionan. ¿Funcionan? ¿Dónde reside su poder? ¿Qué le trasmites a tu hijo? Analicemos el verdadero mensaje que se esconde tras estas frases que no educan a los niños.

La psicóloga Adriana Briseño, especialista en psicoterapia Infantil, terapia de padres e hijos y en orientación a padres, reflexiona y explica en su canal de YouTube, por qué aquellas frases que creíamos correctas, ya no lo son y qué implicaciones tienen en la psicología de un niño y en su comportamiento. 

La especialista expone: "Hay muchas cosas que no debemos decirles a nuestros hijos, como insultos y descalificaciones. Sin embargo, hay muchas otras frases y cuestiones que decimos día a día sin ser conscientes del mensaje oculto o del mensaje detrás de nuestras palabras". Sin darnos cuenta podemos estar afectando negativamente la autoestima de los niños, afectando nuestra relación padres e hijos o no dando lugar a la importancia de trabajar las emociones con los niños como ellos lo necesitan en la actualidad.

1. "No corras, no te subas, te vas a caer"

Briseño comenta, a modo de chiste, que no es que los adultos seamos adivinos o videntes como para saber que hay probabilidad al 100% de que eso vaya a pasar en el futuro. Es decir, entendemos el instinto protector, pero la especialista pone estas frases en perspectiva. Explica: "Detrás de esta frase se transmite miedo e inseguridad, le estamos diciendo al menor que son incapaces, débiles. Recuerda que para los niños nuestra palabra como padres puede ser ley y con esa frase no los estamos animando a ser activos o experimentar, y los bloqueamos en cuanto a sus oportunidades. Hoy que es niño, esta oportunidad puede ser trepar un árbol o correr por el parque, pero más adelante pueden ser cosas más valiosas de acuerdo a la etapa de desarrollo en la que esté viviendo". Da una alternativa al momento de querer proteger al niño y dice que podemos utilizar frases como "Ve con cuidado", "Es peligroso, te puedes caer", "Agárrate bien", etcétera.

2. "No tengo dinero"

Esta puede ser otra de las frases que muchas veces no es 100% real. Tal vez es más fácil utilizarla a tener que explicar el contexto y decirle a nuestro pequeño que ese dinero se utilizará para pagar otras cuentas, etc. "Quizá uses esta frase de forma rápida para negarte a comprarle un dulce o un juguete, pero no significa tal cual que tengas el bolsillo 100% vacío. El mensaje detrás de esta frase es de carencia, imposibilidad o pobreza, y puede ser que tu hijo comience a verte o a sentirse a sí mismo como inferior". La alternativa a esta frase sería darle más información. Por ejemplo, si te está pidiendo un dulce, comentarle: "Ahorita no tenemos tiempo de parar a comprarlo", "No es saludable que estés comiendo tantos dulces, pero qué te parece si en casa hacemos un postre". Si te está pidiendo un juguete, comentarle: "No es un buen momento para comprar juguetes, que a lo mejor pueden esperar un poco más a su cumpleaños o a determinada fecha". 

3. "Eres igual a..."

Esta frase, en general, se usa para hacer una comparación pero de forma negativa. Por ejemplo, "Eres igual a tu papá", porque implica que tal vez es desordenado, desprolijo, flojo, etcétera. Pero aun si lo estás haciendo de forma positiva, "tal vez no te das cuenta de que también estás creando una carga pesada de expectativa sobre los hombros de tus hijos. La alternativa, una vez más, es apegarte a la verdad. Decir que es igual a tal o cual persona no es verdad porque simplemente somos personas diferentes. Enfócate en aquello que quieres señalar ni en comparaciones o exageraciones", sugiere. 

4. Comentarios sobre su cuerpo

"Evita basar el valor de tus hijos en sus características corporales, ni siquiera de broma". Esta explicación de la experta debería ser suficiente para dejar a los niños ser en su infancia y no preocuparse por cosas que seguramente más adelante el mundo se encargará de hacerles pesar. Al hacer referencia a su cuerpo desde tan pequeños puedes crearles complejos o enseñarles a basar el valor de las personas en este tipo de características. "Puedes hacerle cumplidos de vez en cuando sobre cómo luce, pero trata de hacerlo no solo cuando está vestido de fiesta, sino quizá también en pijamas o en fachadas, pues tus hijos son igual de lindos y hermosos en cualquiera de las formas en que estén vestidos o arreglados".

5. "Porque eres niño o niña"

Estamos en una revolución en cuanto a los roles de género y como padres tenemos el poder de crear un mundo mejor para nuestros hijos e hijas, todo lo que hablemos con ellos y la educación que le demos en cuanto a equidad de género es algo que los acompañará en su crecimiento de una manera más orgánica que como se fue aprendiendo en generaciones pasadas. Recuerda que educar sin género es un paso más hacia la igualdad. "Ninguna frase que involucre el género como un argumento para hacer o dejar de hacer algo puede ser válida, pues sin darnos cuenta estamos contribuyendo a un ambiente machista tanto para hombres como mujeres. En cualquier situación, piensa en un argumento que se centre en lo particular y no generalices en que si es porque es niña o niño". 

6. "Te voy a abandonar"

Frases como "te va a llevar el Coco", "Te voy a abandonar", "un extraño te va a llevar y yo lo voy a permitir, y además te lo mereces" solo crearán la sensación de soledad y desamparo en tu pequeño. La alternativa es que, si tu intención es mostrar las consecuencias de algo, hables con claridad y cómo son las cosas en realidad y no basándote en fantasías con miedo y terror, recomienda Briseño. Al final de cuentas, lo que queremos enseñar a los hijos es que comprendan las consecuencias de sus actos y el porqué ciertas conductas son adecuadas o inadecuadas.

7. "Siempre o nunca"

"Nunca me haces caso", "Siempre tienes un desorden", "Siempre me dan quejas de ti", "Nunca te puedes portar bien". Estas frases, en el fondo, puede que ni siquiera sea 100% reales, ya que de la totalidad de ocasiones, por lo menos alguna vez o dos tu hijo lo ha hecho bien. En general, estas dos palabras de "siempre" y "nunca" no se recomiendan utilizar en la comunicación humana en cuanto a relaciones humanas se refiere. 

8. "No llores"

En general, la intención en este tipo de frases es de transmitirles fortaleza en una situación complicada, pero no nos damos cuenta de que nos estamos yendo al otro extremo. Estamos invalidando sus emociones. Decirle "No pasa nada" puede ser muy confuso cuando evidentemente para él está pasando algo diferente a su estado regular. Existen frases que puedes decir a tus hijos cuando lloran o están tristes y, en cambio, la alternativa en estas situaciones es fungir como una guía y un mediador en estos casos.

Muchas de estas frases ni siquiera son reales, por lo que evita decirle estas mentiras a tus hijos que, además, lo harán sentir mal. Analiza un segundo antes de decirle algo. Tú eres su referente y creerán todo lo que les digas.