¿Alguna vez has escuchado la frase "enamorada de papá" en tono de broma? Más allá de una simple expresión, este concepto tiene raíces en la teoría psicoanalítica y se conoce como el complejo de Electra. Desarrollado por Carl Jung como respuesta al complejo de Edipo de Freud, este término intenta explicar la conexión especial que algunas niñas pueden desarrollar con su figura paterna en la infancia. Sin embargo, ¿qué tan vigente es hoy esta idea en la psicología? Aquí exploramos su origen y qué lo caracteriza.
Para saber más sobre el tema, de dónde viene el concepto y qué pueden hacer los papás, hablamos con Edson Tapia, psicólogo infantil, que nos cuenta los pormenores de este complejo.
¿Qué es el complejo de Electra?
Bueno el complejo de Electra es un concepto que acuña el psiquiatra suizo Carl Jung, en 1913, como una contraposición a la teoría de Sigmund Freud que él habla sobre el complejo de Edipo, estos tal vez sean los complejos más comunes en los niños. El complejo de Edipo básicamente cuenta la historia de un rey que tiene un hijo, Edipo, quien ya siendo un adulto, mata a su padre y se enamora y se casa con su madre.
Freud toma esta historia y la utiliza dentro de la etapa fálica de sus etapas de la teoría psicosexual. Él propone cinco etapas en las que el niño de alguna manera concentra su energía sexual -Freud lo llama líbido- en alguna parte distinta de su cuerpo y esa parte distinta de su cuerpo le permite conocer al mundo, de alguna manera explorarlo y relacionarlo.
Y entre los 4 y 6 años Freud describe que el complejo de Edipo se da en los niños, utilizando simbólicamente el concepto de Edipo que es “el niño que se enamora de su mamá y quiere aniquilar a su padre”.

¿En Edipo se enamora realmente de su mamá?
Se enamora de su mamá pero un concepto más posesivo, no de amor como de amor insano o amor de locura físico, pasional, no, no. Es más un tema de posesión, “es mi mamá, quiero estar con ella”, y de alguna manera los niños generan algo que llamamos relaciones objetales, una relación objetal es esta relación que establecemos con las personas o las cosas que de alguna manera nos ayuda a cubrir alguna carencia o un vacío y para el niño evidentemente es lo que para un niño entre 4 y 6 años es lo que cubre su mamá.
Entonces viene la parte en la que quiere poseer a su mamá y el tema de aniquilar a su padre viene desde la parte de hacerlo un lado: si se van a dar un beso, se mete entre los dos, si van a dormir juntos, trata de meterse entre los dos y no los deja estar juntos. Quieren abrazarte y quiere que lo abracen primero a él, pero el tema del niño es más puede estar tiempo con su mamá, es lo que escribía Freud.

¿Y el complejo de Electra?
Aludiendo a esto, vamos al tema de Electra, que Carl Jung describe que Electra, como anécdota, ya que también es un cuento griego, la hija del rey Agamenón, está enamorada de él y es un poco lo contrario a Edipo. Está enamorada de él, mata su mamá y mata al amante como venganza de la muerte de su papá.
Actualmente lo explicamos como que la niña genera sensaciones, sentimientos, emociones, que le hacen querer estar cerca de su padre y ser como su princesa, ser su primera vista, quien está como en primera posición para papá y las conductas son muy parecidas a las del niño con su mamá: quiere estar con su papá y de alguna manera rechaza el comportamiento de la mamá cuando quiere estar con el papá. Más o menos es esto ocurre entre los 4 y 6 años de los niños.
¿Por qué se da en esta edad?
A los cuatro años básicamente los niños ya tienen una conciencia mayor de las cosas. Los niños cuando nacen exploran el mundo a partir de diferentes perspectivas. Más o menos entre los 4 y 6 años es cuando, según la teoría psicoanalítica, el niño ya es más consciente de su mundo, ya reconoce sus padres, ya tiene una conciencia de qué le gusta jugar y si bien todavía no desarrolla cognitivamente muchas habilidades, el niño al menos ya conoce quiénes son sus figuras centrales de apego, con quién pasa más tiempo, quién lo cuida, el niño ya entiende más cosas.
Y de hecho si lo vemos desde otras perspectivas teóricas pasa lo mismo, por ejemplo desde la perspectiva de Jean Piaget, también entre más o menos los 3 y 6 años el niño empieza a madurar mucho, en el hecho de qué ya conoce un poco los juegos de rol, empieza a empatizar con otros, ya empieza hacer categorías, por ejemplo, ya todos los caballos son perros, no discrimina, pero ya tiene en su cabeza que todos los animales de cuatro patas son perros, y conforme va pasando el tiempo va generando como más asociaciones con el mundo, por eso se entiende que esto es entre los 4 y 6 años porque el niño apenas se está haciendo consciente del rol que tienen sus padres también.

De esta manera la niña tiene complejo de Electra y por ejemplo, su papá la lleva al kínder, la deja allí, y ahí viene muchas veces también la sensación de abandono, porque “es mi figura paterna, con quien quiero estar, con quien genero mis primeros apegos, me dejan en el kínder y no se va a volver”, ahí se vienen muchas ansiedades por separación, por ejemplo.
¿Qué puede hacer el padre en situaciones puntuales sobre este ‘enamoramiento’?
Aquí el papá la puede abrazar y decirle “mi amor, princesa, vamos a abrazar a tu mami también, vamos a hacerla partícipe de esto también, porque somos una familia y nos queremos”, y evidentemente cuando lo dice el papá pues quizá la niña va a razonar mejor, a que si la mamá le dice hazte para allá, la niña la va a ver más como un “enemigo”, pero enemigo no en el sentido de que le quiere hacer un daño a su mamá, pero de alguna manera pues sí puede llegar a sentirse un poquito mal porque la mamá la aísla. Es una especie de amor y odio.
Lo mejor que puede hacer el papá es que incluya, pero que no deje de hacer lo que debe de hacer, porque al final sigue cumpliendo su rol como padre y, a pesar de que la niña no le entienda al 100%, el hecho de qué siga besando a mamá enfrente de la niña y la incluya, de alguna manera también le está enseñando a la niña el hecho de entender que no puedo dejar de querer a uno para querer al otro.
Si bien el complejo de Electra fue un intento de explicar ciertas dinámicas en la infancia, hoy en día la psicología entiende el desarrollo emocional desde una perspectiva más amplia y menos rígida.
Más que enfocarnos en teorías antiguas, es importante fomentar vínculos sanos y equilibrados con ambos progenitores, respetando la individualidad de cada niño. Al final, lo esencial no es encasillar comportamientos, sino criar con amor, empatía y una mirada atenta a las necesidades emocionales de nuestros hijos.