Intolerancia a la lactosa
Es frecuente en los niños, sin embargo, cuando se presenta puede afectar la nutrición de tu pequeño.
Es frecuente en los niños, sin embargo, cuando se presenta puede afectar la nutrición de tu pequeño.
¿Qué es la lactosa?
Es un azúcar que está presente en los lácteos, principalmente en la leche. Es un disacárido; es decir, se compone de dos moléculas de azúcares más simples: lactosa y glucosa. Por su parte, en el intestino delgado se producen diferentes enzimas que ayudan a transformar lo que comemos en unidades más pequeñas y sencillas. En este caso, hay una enzima llamada lactasa que se encarga de descomponer la lactosa; si esta enzima no estuviera presente, la lactosa no se desdoblaría y entraría tal cual al organismo, ocasionando problemas digestivos.
Recomendaciones generales
Si tu hijo presenta intolerancia a la lactosa, es importante adquirir el hábito de leer las etiquetas de los productos que vayan a ingerir. Existen otros alimentos que pueden contener lactosa, además de la leche, el queso y similares.
1. Mantener un registro de alimentos. Resulta conveniente usar un diario para escribir en él los alimentos que tu hijo ha consumido y si alguno de ellos le ha provocado alguna alteración estomacal. De esta forma podrás tener un mejor manejo de los alimentos específicos que causan síntomas particulares.
2. Verificar si se trata de una condición temporal. Aunque a la mayoría de los niños que se les diagnostica intolerancia a la lactosa presenta esta condición de por vida, otros sólo sufren de ésta de manera temporal (intolerancia secundaria). Por ello, se recomienda que un doctor evalúe al niño para determinar si se trata de esta condición.
3. Mezclar la leche con otros alimentos. En ocasiones existen niños que no toleran beber la leche sola, pero que sí pueden consumirla mezclada con algún cereal. Esta situación se debe a que estos alimentos no permiten que la lactosa llegue al intestino de forma rápida, lo cual ayuda a que el organismo refuerce las pocas enzimas de lactasa que se pueda tener.
4. Seleccionar alimentos deslactosados o bajos en lactosa. El consumo del yogur con cultivos vivos podría resultar una buena opción para los niños con intolerancia porque los microorganismos en el yogur ya han predigerido mucho de la lactosa.
5. Tomar en cuenta la ingesta de calcio. Los niños se encuentran en una etapa crucial de crecimiento, pues sus huesos necesitan seguir agrandándose y estar fuertes. Por ello requieren el consumo constante de calcio. Si tienen intolerancia a la lactosa, es necesario aportar este mineral de otra fuente, como vegetales verdes (brócoli), galletas enriquecidas con calcio, charales, leguminosas y sardinas, entre otros.