Si tu nene se queja de dolor, quizás se trata de algo más que un simple malestar estomacal.
Las enfermedades gastrointestinales se producen por bacterias, virus o parásitos que entran al organismo por medio de los alimentos y agua contaminada. Entre los tres y cuatro años, tu pequeño tiene más riesgo de enfermarse, ya que constantemente toca y agarra objetos sucios con sus manitas y luego se las lleva a la boca.
Además, el calor de esta época hace que los alimentos se contaminen y descompongan con facilidad y esto favorece la aparición de bacterias que podrían enfermarlo si los consume. Para que tu nene no se contagie de estos padecimientos o que sufra complicaciones si los adquiere, aquí te dejamos estas recomendaciones.
1. Lávate las manos antes de comer, después de ir al baño y haz que tu tesoro lo haga también.
2. Lava y desinfecta frutas y verduras.
3. Coloca los platos de las mascotas lejos del lugar donde prepares los alimentos de la familia.
4. Refrigera los alimentos para evitar su descomposición.
5. Fríe o cuece bien los ingredientes , sobre todo, carnes, pescados y mariscos.
6. Lava bien los utensilios con los que preparas los alimentos.
7. Desinfecta el tinaco o el depósito del agua.
8. Tapa adecuadamente los depósitos de basura.
9. Evita que tu pequeño coma en la calle y dale sólo agua hervida, así como embotellada en restaurantes y lugares públicos.
Sigue estas sencillas recomendaciones y mantén a raya a las enfermedades gastrointestinales. Si tu bebé ya está enfermito, dale de beber mucha agua para evitar que se deshidrate y visita en cuanto antes a tu médico.