5 tips para que tu hijo deje el chupón
Se recomienda que los peques dejen el chupón a los dos años. Sin embargo, no se trata de una ley exacta. Te damos algunos tips para lograr esta meta.
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¿Sabías que a lo largo de la etapa sensorio-motriz de tu hijo -que dura hasta los dos años- el chupón le proporciona una forma física de autoconsuelo? Y el niño de esta edad cada vez tiene más capacidad de desarrollar estrategias que no son físicas, casi todas relacionadas con el juego y el apoyo emocional.
Dejar el chupón es un hito importante en el desarrollo de muchos niños, pero también puede ser un desafío significativo tanto para los pequeños como para sus padres. Muchas veces es una herramienta para calmar el llanto del bebé. Este proceso, que a menudo genera ansiedad y resistencia, es esencial para el desarrollo oral y emocional del niño. A veces solo necesitan un empujoncito.
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Michelle Aziz, experta en crianza durante la primera infancia -de 0-6 años- en temas de vínculos, emociones, comportamientos y transiciones, explica que algunos expertos recomiendan que el chupón se deje al año y otros que dicen que puede hacerse entre el año y medio y dos.
Algunos consejos útiles para afrontar esta etapa son:
- Limítalo solo a la hora de la cuna, tanto a la noche o a la siesta.
- Si hay un gran cambio a la vista, puedes ayudar a tus hijos a gestionarlo. Evalúa si lo que está viviendo le está generando malestar, como la llegada de un hermanito, el ingreso a una nueva escuela o una mudanza.
- Que el chupón no "desaparezca" de un día para otro. Prepáralo para este momento y habla con tu hijo.
- Motívalo para que lo cambie en una tienda por un juguete u otro objeto que le guste.
- Prepárate para que la primera noche tu hijo tenga más dificultades para dormirse y necesite más de tus abrazos y contención.
- Trata de no regresar al chupón. Ayúdalo a que se pueda regular sin él.
- No lo regañes por pedirte el chupón o llorar por él, eso podría causarle más tensión; ofrécele alternativas.
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Espera el momento adecuado
No olvides el papel que desempeña el chupón en la vida de tu hijo: consuela y calma, así que no es necesario provocarle estrés o ansiedad quitándoselo antes de tiempo. Espera el momento adecuado para quitarle el chupón; recuerda que a él le ayuda a tranquilizarse y lo reconforta. Si está en una etapa de grandes cambios o ves que sufre mucho, deja que lo use en tanto termina tal situación.
No forzarlo
Al obligarlo a dejar el chupón corres el riesgo de que lo sustituya por el dedo. Chuparse el dedo es considerado unos de los malos hábitos para los dientes de los niños por lo que podría tener problemas a futuro. Si lo forzamos con métodos drásticos como tirarlo a la basura, ponerle algo amargo o cortarlo, pueden aparecer otros síntomas, como mojar la cama o morderse las uñas.
El objetivo no es solo que deje el chupón, también consiste en ayudarle a elaborar estrategias para enfrentarse a las dificultades de la vida. El proceso de dejar el chupón puede parecer desafiante, pero con paciencia, comprensión y las estrategias adecuadas, es posible lograrlo de manera exitosa.
Lo más importante será ofrecerle apoyo constante en momentos de angustia y celebrar cada pequeño avance. Recuerda que este es un paso más en el camino del crecimiento y la independencia de tu hijo.
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