4 problemas genitales que padecen los niños varones
Muchos niños varones nacen con alguna alteración en los genitales, que debe corregirse antes del inicio de la pubertad. Te contamos sobre cuatro problemas genitales; conoce de qué tratan y cuál es su tratamiento.
El pediatra explora en cada revisión los testículos, el escroto y el pene, y en caso de problemas, recomienda consultar con el urólogo. Muchos de los trastornos se tratan con cirugía.
Malformaciones del pene
Fimosos: Es el estrechamiento de la piel del prepucio (extremo del pene), que impide su bajada. Dificulta la higiene del pene y favorece las infecciones (balanitis).
Tratamiento: se opera hacia los cuatro años o antes si es causa frecuente de balanitis. La intervención, llamada circuncisión, consiste en cortar la piel estrechada, y apenas causa molestias.
Hipospadias: La uretra, conducto por donde sale la orina, es más corta que el pene, que está incurvado. El orificio de la uretra se abre en algún punto de la cara inferior del pene. Cuanto más cerca de la base esté, más severa es la malformación.
Tratamiento: se reconstruye la uretra, se sitúa su orificio en el extremo del glande y se endereza el pene, todo ello en una o dos intervenciones, que se practican entre los dos y los cuatro años.
Malformaciones de los testículos
Criptorquidia: Uno de los testículos o los dos no están en la bolsa escrotal, sino en el abdomen o en el conducto inguinal (más frecuente).
Tratamiento: si los testículos no descienden solos, se opera al niño hacia los tres o cuatro años para fijarlos en sus bolsas.
Hidrocele: Se acumula un líquido seroso en la bolsa escrotal, rodeando el testículo. No duele ni molesta.
Tratamiento: puede reabsorberse. Si en unos años el hidrocele sigue ahí, se hace un pequeño corte (con anestesia general) en la bolsa, se extrae el líquido y se pegan las paredes de la bolsa, para que no se vuelva a llenar.