5 consejos para despedirte de tu hijo sin que llore
Si siempre que te despides de tus hijos para ir a trabajar lloran inconsolablemente, estos consejos son para ti ¡Adiós lágrimas!
Despedirse de los hijos/as para ir a trabajar y conciliar la vida laboral y la maternidad puede ser complicado. Si cuando tienes que irte inicia un gran berrinche, aquí te compartimos algunos consejos.
Es muy común que las mamás se sientan culpables cuando tienen que regresar al trabajo y tienen que separarse de sus hijos. Sin embargo, recuerda que ser una mujer profesionista no está peleado con tu papel de mamá, el que vayas a trabajar no significa que estés abandonando a tu hijo y mucho menos que esto provoque un daño emocional gravísimo e irreparable en él.
Al contrario, tienes la oportunidad de enseñar a tus hijos e hijas que eres una mujer que puede ser exitosa en lo laboral y ser la mejor mamá del mundo al mismo tiempo.
Si tu hijo/a está llevando mal tu ausencia, la solución no radica en que dejes de trabajar. Habla con él/ella y explícale los motivos por los cuales vas a trabajar; habla con el corazón y verás cómo te entenderá.
Cómo decir adiós sin que tu hijo llore
1. Un día antes prepara junto a tu hijo la cena, el lunch, revisa sus tareas, etc. El objetivo es que te hagas presente en su día a día.
2. Siempre sonríe cuando te vayas, evita las caras tristes y de preocupación. No hay por qué hacerlo, vas a trabajar y en la tarde regresarás contenta a casa. ¡Olvídate de la idea del abandono!
3. Cuando te despidas, dale un beso grande y dile que "disfrute su día", "qué la pase genial" en lugar de hacer un drama de la situación y decirle que lo vas a extrañar.
4. No prolongues la despedida; entrar y salir sólo empeorará la situación. Si dices adiós, te marchas. Si tu hijo se queda muy mal, justo antes de irte prométele que llamarás en cuando llegues al trabajo (o antes de meterte en el coche) para comprobar que ya está jugando. Y lo haces, claro.
5. Usa la tecnología a tu favor; llama para saber cómo va todo, mándale un mensaje donde le digas cuánto lo quieres, haz un video chistoso de tu trabajo, comparte con ellos tus logros, etc.
Por otra parte, no podemos dejar de lado el sentir de la madre que debe hacer esa separación. La psicóloga clínica Natalia Saldarriaga se especializa en contenidos en psicología perinatal y crianza en su IG @principios_de_amor, junto a su socia Paulina García. Saldarriaga expone en un listado publicado en Asunto de mujeres, alguna de las emociones que se pueden generar en el momento de la separación con tu hijo.
- El miedo a separarse y la duda de si el niño/a estará bien cuidado o no. Si se atienden a sus necesidades como ella lo haría.
- Temor a que el pequeño rechace a su madre y se apegue más a sus cuidadores que a ella.
- La inquietud de si comerá o no, sobre todo, si el bebé ha sido alimentado con lactancia exclusiva y no acepta el tetero fácilmente.
- La inquietud porque duerma bien mientras ella no está.
- La sensibilidad y ansiedad que se genera por el efecto de las hormonas. Sumado a la falta de sueño, la nueva dinámica personal y de la casa.
- La madre se preocupa por dolores repentinos, enfermedades y peligros a los que pueda estar expuesto su hijo.
- La culpa: “Muchas quieren salir a trabajar, continuar con su vida laboral y profesional y no logran encontrar ese equilibrio entre la maternidad y su trabajo”.
Ahora sabes que el desapego con tu pequeño a la hora de irte a trabajar es un asunto de dos. Trabajar la tristeza y lágrimas de tu hijo así como las propias inseguridades y preocupaciones de la mamá propiciará que ese "adiós" sea menos angustiante para ambos.