Hace tiempo que el regordete y simpático panda que come dumpings se convirtió en El guerrero dragón. Aprendió kung fu, se volvió un referente de su aldea y ganó nuevos amigos en el camino.
En Kung Fu Panda 3 -película dirigida por Jennifer Yuh Nelson y Alessandro Carloni- se desbloquea un nuevo nivel de profundidad de Po y se habla sobre la fuerza interior, la sabiduría y, sobre todo, la identidad.
Po ya ha descubierto quién es su padre adoptivo, ya conoció a sus maestros y a sus amigos “los Cinco furiosos”, ha entrenado en el arte del kung fu, pero en esta edición descubre una parte de sí que estaba faltando: su padre biológico, y con él, toda una aldea secreta de pandas, que él creía extintos.

Paralelamente, Po debe luchar contra el malvado Kai y es allí cuando decide que solo no podrá y forma un ejército de pandas para que lo ayuden. Los entrena para que cada uno pueda sacar lo mejor de sí y para que puedan “encontrar su chi”, su fuerza interior.
Estas son las grandes enseñanzas:
- Si solo haces lo que ya sabes hacer, no vas a llegar a ser más de lo que eres hoy.
- Alguien vio grandeza en ti, más de lo que tú ves en ti mismo
- No trato de convertirte en mí, trato de convertirte en tí
- Solo puedo dominar el chi sabiendo quién soy en verdad
- A veces hacemos cosas incorrectas por razones correctas
- Tu fuerza proviene de la mejor versión en la que puedas convertirte
- Pregúntense: ¿quiénes son, en qué son buenos, qué aman, qué los convierte en ustedes?
- Tú eres el que debe decidir si quiere quedarse o irse
- ¿Quién eres tú? -Yo me he hecho la misma pregunta
- Deja que la colina te diga hacia dónde rodar
Tal vez la enseñanza más grande de esta película es que, a través de aceptar quienes somos y cada parte de uno, allí, radica la fuerza interior, un hermoso mensajes para los más pequeños de la casa.