¿Los bebés pueden ver espíritus? Los fenómenos que perciben los niños

Todos hemos escuchado al menos una historia de un niño pequeño que alguna vez pareció percibir algo invisible para los adultos: los padres recuerdan al bebé señalando hacia un lugar vacío, a veces riendo, con gesto serio o incluso llorando. Ante esta situación, los padres se desconciertan, incapaces de explicar lo que está ocurriendo, llevando a pensar que los niños pueden ver fantasmas o que los bebés pueden ver a los muertos, pero ¿qué tanta verdad existe en esto? 

La Dra. Aleta Angelosante, psiquiatra de niños y adolescentes de NYU Langone explica que los niños están programados para aprender a través del juego imaginativo y de simulación, y por esta razón muchas veces "pueden deslizarse entre la realidad y la fantasía con mucha más facilidad que los adultos". También está la cuestión de cómo procesan los niños lo que ven, ya que la capacidad de percepción se desarrolla durante la primera infancia (de 0 a 8 años), de modo que si un niño pequeño ve una sombra o algo sorpresivo, existe la posibilidad de que "malinterprete lo que realmente es", por lo que para darle sentido a esta situación diga que es "un espíritu" o un "muerto". 

¿Los bebés pueden ver fantasmas?

El fenómeno de que los bebés pueden ver fantasmas ha crecido mucho recientemente en internet, por esta razón, expertos se han dado a la tarea de investigar a fondo estas teorías. Jacqueline D. Woolley, profesora de psicología de la Universidad de Texas, sugiere que muchos de estos bebés que ven espíritus en muchas ocasiones puede deberse a la cultura, lo que quiere decir que "los niños que ven espíritus" han sido  criados en hogares donde se habla de seres sobrenaturales y por eso son más propensos a identificar estas experiencias y/o situaciones.

"Nuestra mente establece conexiones de forma natural entre los acontecimientos, estén o no relacionados. El cerebro presta atención a las pruebas que encajan en nuestra teoría e ignora las que no encajan".–Jacqueline Woolley

Los bebés perciben cosas que los adultos no

Esto es una realidad, ya que desde bebés pueden apreciar el mundo diferente y ver cosas que los adultos no. De hecho, según la especialista Susana Martínez-Conde para Scientific American, antes de desarrollar la constancia perceptiva, los bebés de entre tres a cuatro meses tienen una gran capacidad para ver diferencias de imagen que son invisibles para los adultos. Esto quiere decir que cuentan con una capacidad única para diferenciar ligeros cambios ante una imagen con solo la iluminación, cosa que para los adultos pasarían completamente desapercibida. 

Los amigos invisibles en los niños

Muchos relacionan esta actitud de los niños al ver "cosas" con el amigo imaginario. Esto es normal entre los 3 y 5 años, donde los niños creen tener estos compañeros con los que comparten juegos y vivencias. "Entre un tercio y dos tercios de los niños tienen amigos imaginarios", afirmó Charles Fernyhough, psicólogo de la Universidad de Durham.

De hecho, no hace mucho tiempo, según el Washington Post, los "amigos imaginarios" se consideraban precursores de enfermedades mentales, pero ahora se sabe que es un signo positivo de un desarrollo infantil sano.

Expertos como la Dra. Woolley, cree que entre el 30% y el 50% de los niños tienen un "amigo imaginario" en algún punto de sus vidas.

La comunidad científica aún no encuentra todavía una explicación certera sobre este tema. Sin embargo, como padres, no debemos alarmarnos ante esta situación. Si te enfrentas a la situación de que tu hijo o bebé puede ver fantasmas o espíritus, la elección de cómo enfrentar la situación depende de lo que se busque obtener.

La Dra. Woolley propone un método para tranquilizar si experimenta miedo ante el "espíritu" que vio, que es que el pequeño describa a detalle al "fantasma": "Si el fantasma tiene alguna característica realmente aterradora, quizás puedas intentar suavizarla. Por ejemplo: '¿Tu fantasma tiene dientes muy afilados? Imaginemos que se le cayeron todos los dientes a tu fantasma'". 

De esta manera, al replantear los aspectos aterradores de este fantasma, podría ayudar a aliviar los miedos de tu hijo/a y a que los "espíritus" desaparezcan eventualmente por completo.