Hablar sobre el primer beso de amor no solo es una manera de compartir una experiencia emocional importante, sino que también brinda la oportunidad de abrir un espacio de confianza con tu hijo/a.
Al abordar este tema, puedes ayudar a que entiendan que los sentimientos de afecto y amor son naturales, pero también deben ser manejados con respeto y cuidado. Además, este tipo de conversaciones preparan a los jóvenes para afrontar con madurez sus propias experiencias románticas, ofreciéndoles una perspectiva sana y realista.
Por supuesto, la experiencia del primer beso de los niños no será igual que la de los adultos. Para entender desde la psicología cómo abordar estos hablamos con el psicólogo Edson Tapia, quien nos explicó un poco qué le pasa a un niño chiquito al pensar en un “beso de amor”.

Él cuenta que, en general, cuando un niño pequeño de 4 o 5 años, piensa en dar un beso a una persona de su misma edad, siente asco.
“Aquí es un tema bien complejo porque el niño no asocia el beso como, por ejemplo, un adolescente, como de ‘le gustas o no le gustas’. El niño probablemente va a decir ‘guácala’, qué asco, no quiero. Porque el niño no asocia el beso realmente como al tema del amor, o de la atracción física”.
Bandura y la Teoría de la imitación
La teoría que propone Albert Bandura, cognitiva social, habla sobre la imitación. “Tiene un experimento muy curioso y muy famoso que se conoce como el ‘experimento del muñeco bobo’, en el que hay tres escenas. En la primera escena se pone a un grupo de niños a observar a una persona que golpea a un muñeco. En la segunda, se coloca a niños a observar otra escena en donde al muñeco se le abraza. Y en la tercera escena se pone al grupo de niños frente al muñeco en donde una persona pasa por al lado y simplemente lo ignora”.
Y prosigue con la conclusión del experimento: “Los resultados que son sorprendentes porque, por ejemplo, los niños que observaron que se golpeó al muñeco, evidentemente cuando están cerca del muñeco lo van a golpear, los segundos niños que ven que el muñeco lo abrazaron y el tercer muñeco, las personas que lo vieron simplemente no le hacían caso, simplemente lo ignoraban”.

Lo que explica Tapia es que los niños a esa edad imitan. “Si a los niños les dices a esa edad que un beso no significa nada, que te besen, que el beso no implica nada, no le das una emocionalidad, el niño simplemente no le da una importancia. Si tú le dices al niño que el beso está mal, que no te deben de besar, el niño evidentemente va a asociar ese beso con algo malo”.
El niño va a imitar muchos de los comportamientos de los adultos. Si el niño por ejemplo ve que todo el mundo está besándose, el niño va a imitar besar. Si el niño ve que el beso es algo desagradable por enseñanza de otros, evidentemente lo va a ver como desagradable.
Por eso es importante trabajar para tener una buena comunicación con tu hijo, para que al momento de hablar sobre el tema, más allá de lo que ellos hayan observado, el tema fluirá de una manera más ágil y tu hijo podrá hacerte todas las preguntas que quiera.

Concluye con que hay que tener en cuenta que el lenguaje en los niños es sumamente importante, que a pesar de que los niños no entiendan muchas cosas, sí el contexto y la connotación que le dan al beso va a tener que ver mucho con lo que lo los papás y las personas cercanas como tíos, tías, primos, abuelos, le van a enseñando.