Formas efectivas de lograr que los niños coman cosas nuevas, según expertos

La neofobia o miedo a lo nuevo es muy común en niños.

Esta fobia es una de las más comunes en niños, sobre todo en la alimentación. Muchos papás batallamos por lograr que prueben cosas nuevas. Ese miedo a lo desconocido también se da en adultos, en niños se presenta constantemente.

Una de las teorías sobre qué causa la neofobia es que antiguamente los humanos debían intentar incorporar nuevas plantas a su dieta, pero desconfiando de las que no le eran familiares porque muchas podían contener toxinas, las cuales podían causar malestares estomacales y en los niños, la muerte. Por ello, los científicos también han estudiado cómo combatirla y tienen algunos consejos.

Jugar con la comida

La textura de un alimento puede provocar el rechazo de un niño. Los alimentos pegajosos, crujientes, esponjosos o con grumos pueden ser re problema, según un estudio de la Universidad de Maastricht, en Holanda y comprobaron que dejar que los más pequeños jueguen con su comida utilizando sus manos incrementa las posibilidades de que luego acepten ingerirla de buena gana.

 

Con quien comen

Los pequeños no sólo encuentran satisfacción en el sabor de los alimentos, sino también en la compañía y las interacciones sociales. Comer con otros les da la oportunidad observar los gestos y expresiones de los demás y con eso se asocia a la comida como una interacción social y relacionarla como un placer.

Imitación

En un estudio de 1980, la experta en alimentación infantil Leann L. Birch realizó pruebas en las que un niño con preferencia por el vegetal A se sentaba a comer con niños a los que, en cambio, el gustaba el vegetal B y cuando se les pedía que eligiera A o B, los que preferían el vegetal A aumentaron su predilección por el vegetal B, el que consumían los otros.

Una investigación de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos concluyó que los pequeños comienzan a los 14 meses a aprender sobre la comida observando a otros.

Evitar estos errores

Después de analizar a muchos padres e hijos, encontraron muchos errores que cometemos como distraerlos mientras se le alimenta como ponerlo frente a la tele, intentar convencerlos con premios o castigos o emplear la fuerza física metiéndole la cuchara en la boca.

Los mejor es tener paciencia y exponer al niño a un alimento nuevo una y otra vez. Según algunos estudios, lograr que lo acepte puede tomar entre cinco y 15 repeticiones.

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