Antojo de alimentos con chile en el embarazo

Sentir antojo de fruta picada con chile, o comidas con salsa muy picantes, paletas, tamarindos y hasta papitas extra picantes es muy normal de ver entre las embarazadas. Pero ¿es bueno esto?

Es posible, incluso, que la futura mamá empiece a tener antojos de alimentos que nunca le gustaron ni le llamaban la atención. Por eso hay que tener cuidado cuando se hace un cambio brusco de hábitos ya que el cuerpo de la embarazada ya está atravesando un cambio hormonal notable.  

“Los antojos de comida picante durante el embarazo pueden atribuirse a la fluctuación de las hormonas, a las altas temperaturas corporales, a los desequilibrios nutricionales, a un mayor sentido del gusto o a la congestión de los senos nasales. Dado que las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollar malestar estomacal y acidez, se recomienda introducir los alimentos picantes gradualmente y limitar su consumo”, de acuerdo con el artículo publicado en el sitio Viviendo en familia. 

Aunque no hay evidencia científica que demuestre si el picante es favorecedor o perjudicial para las futuras mamás, el sitio Guía Infantil detalla que “comer picante durante el embarazo no es perjudicial por sí mismo. De hecho, ciertos picantes, como los pimientos, son una buena fuente de vitaminas A y C, y de fibra, pero el consumo de alimentos picantes puede tener efectos secundarios no deseados”. 

El chile se considera un alimento saludable

“El chile es un fruto muy saludable. Es rico en vitamina C; de hecho, en la dieta prehispánica y hasta principios del Siglo XX, era una fuente importante de vitaminas. Además, contiene flavonoides, antioxidantes, ayudando a prevenir enfermedades como el cáncer”, esto lo asegura el doctor Lev Jardón Barbolla en el artículo De Sonora a Yucatán. Chiles en México: diversidad y domesticación, publicado en la revista Oikos.

También segura que "Igualmente, la capsaicina, que es la responsable del efecto picante en el chile, tiene algunas propiedades antivirales y antiinflamatorias y en algunos casos se han podido extraer diversos compuestos a nivel de la química farmacéutica y con ellos, producir medicamentos antiinflamatorios". 

Cada situación será diferente y cada mamá sentirá distintos antojos. Hay que tener en cuenta que si la embarazada no está acostumbrada a comer alimentos picantes, esto sí podría generar cambios en la digestión, pero si es habitué el cuerpo no lo resentirá. Solo hay que saber controlar la cantidad del alimento ingerido.