Consejos contra la tristeza en el posparto
El posparto puede generarte tristeza por lo que dejas atrás y los cambios que ocurren. Todo esto es normal.
.
Luego del parto existen momentos en donde no puedes más, donde sientes desesperación, no duermes bien, no te sientes bien, y esto podría formar parte de una depresión posparto. Para elevar tu ánimo existen recomendaciones muy prácticas que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio.
Existe una diferencia entre lo que es conocido como blues posparto y depresión posparto. Por eso te contaremos en qué consiste cada una y cómo cuidarte después del embarazo, sobre todo atendiendo a la parte emocional y psicológica.
La ginecóloga y obstetra Diana Álvarez comenta que, a pesar de que el posparto sea una etapa en la que todos esperan que "estemos supremamente felices y tendríamos todas las razones para serlo, desafortunadamente, en el 10 a 15% de los casos se presenta la depresión posparto. En algunos de estos casos, incluso, son muy severos y requieren algún tipo de hospitalización, o pueden llegar a psicosis posparto" -que de hecho existe un tratamiento de la psicosis puerperal- lo que, dice, "definitivamente nos haría perder mucho tiempo con nuestro bebé, tiempo que jamás va a volver".
.
Blues posparto
Son síntomas de depresión, como llanto fácil, labilidad emocional, sentirse frustrada porque acabas de tener a tu bebé y tendrías que estar muy feliz, pero te sientes muy exhausta y muy cansada, explica la doctora. Es importante saber que son algo autolimitado, es decir, que ellos mismos se van solucionando y que duran entre una y dos semanas. Estos síntomas suelen iniciar más o menos hacia el segundo o tercer día de haber nacido tu bebé.
La ginecóloga explica: "Sientes que te está quedando grande toda esta situación con tu bebé porque, obviamente, es algo nuevo a lo que te estás enfrentando, y no es nada fácil. No puedes dormir bien y estás cansada. Son tantas cosas tan demandantes desde la familia, el bebé, las cosas de la casa, tantas cosas encima, que todo ese estrés biopsicosocial hace que no respondas de la manera en la que todos esperan, y que tú misma esperas. Entonces, tienes muchas ganas de llorar, gran tristeza, te sientes realmente deprimida e incluso te sientes muy irritable, respondes mal y todo el mundo se pregunta qué le pasa si se supone que tendría que estar muy feliz con su bebé".
Depresión posparto
Puede que te preguntes qué pasa si después de las dos semanas de haber nacido tu bebé estos síntomas persisten. La especialista dice si esto persiste, estamos entrando en una depresión posparto, que es normal tener depresión posparto, "es relativamente normal y esperable que tengamos esta mala adaptación. Algunas sí, algunas no. Yo diría que la mayoría pasamos por esto durante las primeras dos semanas. Pero quiero que sepas que si te sientes así, es un período por el que hay que pasar. Es un proceso de adaptación que algunas llevarán un poco más fácil que otras".
¿Qué puedes hacer?
- Registra tus emociones: la especialista hace hincapié en la capacidad que tienen algunas mujeres de ocultar lo que les pasa, ya que sienten el peso de la casa, la lactancia y estar al pendiente todo el día de su recién nacido. "Uno deja pasar este diagnóstico, estas consideraciones; piensas que simplemente es normal sentirse triste, estar enojada, tener sueño, estar cansada. Pero hay algunos signos que ya debes considerar que nos están alertando de que no es tan normal". Un ejemplo que cita es cuando la mujer se da cuenta de que ya no solo está irritada, sino que además está muy ansiosa y que esto es un signo de depresión posparto. Sentirte baja de energía, con sueño y tener trastornos en el apetito también son señales. Prestarle atención a tu cuerpo te dará la información que necesitas.
.
La especialista sugiere realizar la Escala de Edimburgo de depresión posparto, que a través de 10 puntos guían a la mamá para saber si es más o menos probable que esté atravesando una depresión. Este no es un diagnóstico, pero es una guía.
- Pide ayuda: es muy importante tener el apoyo, hablar con tu pareja, hablar con alguien que pueda estar al tanto de tus síntomas, tus cambios, y que te puedan ayudar. "Recuerda que tienes derecho a un tiempo de descanso. No es algo fácil. Toda esta situación requiere tiempo y mucho apoyo. A veces uno lo pasa por alto, no lo considera importante o piensa que es solo parte de ser mamá y que simplemente estás estresada y cansada. Sí, estás estresada y cansada, pero si ya esto lleva mucho tiempo, no tienes por qué sentirte así". Tienes derecho a disfrutar más a tu recién nacido. Por eso es tan importante que consideres este diagnóstico,
- Terapia psicológica / psiquiátrica: existe mucho tabú al reconocer que se necesita terapia y apoyo psicológico y, en ciertos casos, psiquiátrico. La especialista comenta que "podría traer grandes consecuencias si no recibes un tratamiento a tiempo y dejas evolucionar las cosas. Porque entonces lo que ahora puede ser simplemente no vacunar a tu bebé podría convertirse en querer lastimar a tu bebé, porque pueden empezar ya cambios extremos en tu cerebro que puedan llevar desde ideaciones suicidas tuyas a obligaciones de lastimar a tu bebé, aunque tú no quieras".
Aclara también que el psiquiatra o tu médico son los que van a guiar este proceso, pero que, en la mayoría de los casos, la lactancia y los antidepresivos pueden ir en conjunto y sería lo mejor tener los beneficios de la lactancia y ese vínculo con tu bebé que da mayor beneficio tanto a ti como a tu bebé. "Y porque utilices alguna pastilla, eso no va a ser ningún problema", asegura.
.
- Paciencia: Álvarez comenta que hasta en el 40% de los casos de depresiones posparto ya empezaron desde el embarazo. Por lo tanto, es importante la identificación desde el embarazo y poderla tratar con el fin de prevenir que no sea un choque en el posparto, a pesar de haber transcurrido un embarazo completamente normal y feliz.
Conocer estos números te puede dar la certeza de que lo que estás pasando es algo normal y que pedir ayuda está bien. Ten paciencia con este proceso tan demandante, pero no dejes de ocuparte de él, tanto para la salud de tu bebé como para la propia.
