Nuestro niño interior es una parte vital de quienes somos, un reflejo de nuestra esencia pura, llena de sueños, inocencia y creatividad. Pero, por algún motivo, con el paso del tiempo y las exigencias de la vida adulta, puede que esta parte de nosotros quede relegada al olvido. Nos llenamos de responsabilidades, olvidamos cómo estimular la creatividad y dejamos de jugar. Reconectar con tu niño interior no solo te permite sanar heridas emocionales, sino también redescubrir la alegría y la espontaneidad que tal vez hayas perdido con los años.
Hablar con tu niño interior es un acto de amor propio y cuidado. Este sencillo ejercicio tiene un profundo impacto en tu bienestar emocional. A través de mensajes cargados de compasión, comprensión y esperanza, puedes ayudar a esa parte de ti a sentirse segura y valorada, lo que se traduce en una vida más plena y equilibrada.
Es posible que cuando eras pequeño nadie te haya explicado qué era la crianza positiva, que nadie la implementara, y te hayas tenido que enfrentar con un mundo más duro y hostil. Es tiempo de sanar eso. Intenta hablar con tu yo pequeño y decirle estos 20 mensajes que te compartimos para devolverle la felicidad y fortalecer la conexión contigo mismo:

- "Eres suficiente tal como eres."
- "No necesitas hacer nada para ganarte el amor."
- "Tus sentimientos son válidos y merecen ser escuchados."
- "Estoy orgulloso/a de ti, siempre."
- "Puedes cometer errores, eso no te hace menos valioso/a."
- "Es seguro para ti expresar tus emociones."
- "Te amo incondicionalmente."
- "Eres digno/a de ser feliz."
- "Tu creatividad es un regalo valioso para el mundo."
- "No tienes que cargar con el peso del mundo."

- "Está bien pedir ayuda cuando la necesitas."
- "Mereces disfrutar de las cosas simples de la vida."
- "Siempre hay espacio para aprender y crecer."
- "Eres fuerte y resiliente, incluso cuando te sientes débil."
- "Está bien descansar y cuidarte."
- "Eres un/a soñador/a, y eso es maravilloso."
- "No necesitas cambiar para encajar; el mundo necesita a alguien como tú."
- "Eres valiente por ser tú mismo/a."
- "Tu felicidad importa, y tienes derecho a perseguirla."
- "Siempre estoy aquí para ti."

Reconectar con tu niño interior no es un proceso que suceda de la noche a la mañana, llevará algo de tiempo, pero cada pequeño paso cuenta. Este es un hábito que puedes crear. Al repetir estas afirmaciones estarás cultivando un espacio seguro donde esa versión de ti pueda prosperar y sanar. Recuerda que cuidar de tu niño interior es una inversión en tu bienestar emocional.
El camino hacia la reconciliación con tu niño interior requiere paciencia y constancia, porque a lo largo de la vida probablemente le hayan sucedido muchas cosas y no nos han enseñado a desarrollar la resiliencia desde los primeros años de edad. Tomarte el tiempo para reflexionar sobre estas afirmaciones y repetirlas en tu mente o en voz alta puede marcar la diferencia en tu vida diaria.
Llevar un diario y anotarlas también hará que tu mente las registre con mayor consciencia y así construyas una relación más saludable contigo mismo.