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5 leyendas mexicanas cortas para contar a nuestros hijos antes de dormir

Estas lindas historias cortas develan la historia de México y la magia detrás de algunas de las leyendas más conocidas del país.

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Dentro de la rica tradición cultural de México, las leyendas cortas son una parte esencial de la herencia que se transmite de generación en generación. Estas historias, llenas de magia, misterio y valores, han sido una forma de transmitir enseñanzas y moralejas a los más pequeños, por esta razón, te presentamos una selección de leyendas cortas mexicanas que son perfectas para contar a los niños antes de dormir.

1. La leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl

La Leyenda del Popocatépetl e Iztaccíhuatl

La Leyenda del Popocatépetl e IztaccíhuatlPedro Vit/Unsplash

Esta es una historia de amor y tragedia que se originó en México. Aquí dos jóvenes muy enamorados: Popocatépetl, un valiente guerrero, e Iztaccíhuatl, una hermosa princesa que vivían en tribus diferentes, pero su amor era tan fuerte que nada podía separarlos.

Un día, el rey de la tribu de Iztaccíhuatl le dijo a Popocatépetl que debía ir a la guerra para demostrar su valentía y ganarse el derecho de casarse con la princesa. Popocatépetl aceptó el desafío sin dudarlo, y se fue a la guerra prometiendo a Iztaccíhuatl que volvería pronto.

Mientras tanto, un malvado guerrero llamado Tlaxcala, que también estaba enamorado de Iztaccíhuatl, convenció al rey de su tribu de que Popocatépetl había muerto en la guerra. El rey, engañado por Tlaxcala, decidió casar a Iztaccíhuatl con él.

Cuando Popocatépetl regresó victorioso de la guerra, se enteró de la traición y la mentira de Tlaxcala. Lleno de dolor y rabia, fue a buscar a Iztaccíhuatl, pero al encontrarla, ella ya había muerto de tristeza por creer que él había muerto.

Popocatépetl, desconsolado, tomó el cuerpo de Iztaccíhuatl y lo llevó a la cima de una montaña. Allí, se arrodilló y lloró amargamente por su amada. Los dioses, conmovidos por su amor y su dolor, decidieron convertirlos en montañas para que pudieran estar juntos para siempre.

Desde entonces, Popocatépetl e Iztaccíhuatl se convirtieron en dos de las montañas más altas de México, y su amor perdura en la forma de dos volcanes que se encuentran uno al lado del otro. La leyenda dice que, de vez en cuando, Popocatépetl se estremece y lanza fuego por la pena de no poder estar con su amada.

2. La Leyenda del Colibrí y la Flor

Leyenda de Colibrí y la Flor Amarilla

Leyenda de Colibrí y la Flor Amarilla

Había una vez, en un hermoso jardín, un colibrí llamado Tlaloc. Este era un colibrí muy especial, ya que tenía un plumaje de colores brillantes y un corazón lleno de amor por las flores. Todos los días, Tlaloc volaba de flor en flor, bebiendo su néctar y disfrutando de su fragancia.

Un día, mientras Tlaloc volaba por el jardín, vio una flor muy hermosa y diferente a todas las demás. Era una flor de pétalos dorados y brillantes, con un aroma dulce y embriagador. Tlaloc quedó tan cautivado por la belleza de la flor que decidió acercarse a ella.

Cuando Tlaloc se posó en la flor, sintió una sensación de felicidad y paz que nunca antes había experimentado. La flor, que se llamaba Xochitl, también se sintió atraída por el colibrí y juntos comenzaron a compartir momentos maravillosos.

Tlaloc y Xochitl se convirtieron en amigos inseparables, y todos los días disfrutaban de la compañía del otro. Tlaloc le contaba a Xochitl sobre sus aventuras en el jardín, y Xochitl le enseñaba a Tlaloc sobre la belleza y la importancia de las flores.

Un día, un malvado brujo llamado Tezcatlipoca, que odiaba la felicidad y la alegría, decidió separar a Tlaloc y Xochitl. Usando su magia oscura, Tezcatlipoca convirtió a Xochitl en una flor marchita y sin vida, y Tlaloc en un colibrí sin alas.

Cuando Tlaloc se dio cuenta de lo que había pasado, sintió un profundo dolor en su corazón. Sin embargo, no se dio por vencido y decidió buscar una solución. Tlaloc viajó por todo el mundo, buscando a alguien que pudiera ayudarlo a salvar a Xochitl.

Finalmente, Tlaloc encontró a un anciano sabio que le dijo que la única manera de salvar a Xochitl era encontrar una flor de pétalos dorados y brillantes como ella. Tlaloc se dio cuenta de que la única flor que podía salvar a Xochitl era él mismo, ya que su corazón estaba lleno de amor y alegría.

Tlaloc regresó al jardín y, con todo su amor, se convirtió en una flor de pétalos dorados y brillantes. La magia de Tezcatlipoca se desvaneció, y Xochitl volvió a ser una flor hermosa y viva. Juntos, Tlaloc y Xochitl continuaron disfrutando de su amistad y compartiendo su amor por las flores y la naturaleza. Y desde entonces, cada vez que un colibrí se posa en una flor, es un recordatorio del amor y la amistad de Tlaloc y Xochitl.

3. La Leyenda de la Flor de Nochebuena

La leyenda de la Nochebuena

La leyenda de la NochebuenaAnntua

En un pequeño pueblo de México, vivía una niña humilde llamada María. Era una época difícil, y la familia de María apenas tenía lo suficiente para sobrevivir. A pesar de las dificultades, María siempre conservaba la esperanza y la alegría en su corazón.

Un día, María se encontraba recogiendo leña en el bosque cuando encontró una pequeña planta con hojas verdes y flores marchitas. La planta parecía a punto de morir. La niña, conmovida por su fragilidad, la llevó a su casa y la cuidó con cariño. La regaba todos los días y le hablaba con palabras dulces.

Poco a poco, la planta comenzó a recuperarse. Sus hojas se tornaron de un verde brillante y brotaron nuevas flores, de un rojo intenso y vibrante. La planta era tan hermosa que María la llamó "Flor de Nochebuena", en honor a la época del año en que floreció.

La noticia de la flor milagrosa se extendió por el pueblo. La gente acudía a la casa de María para admirarla y sentir su fragancia celestial. La flor de Nochebuena se convirtió en un símbolo de esperanza y alegría para todos.

La bondad de María y su amor por la naturaleza habían transformado una planta marchita en una flor radiante. La leyenda de la Flor de Nochebuena nos enseña que el amor y la esperanza pueden florecer incluso en los momentos más difíciles.

4. La Leyenda del Conejo en la Luna

La Leyenda del Conejo en la Luna

La Leyenda del Conejo en la LunaDennisJacobsen

Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar por el mundo en forma de hombre. Al haber caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre, pero siguió caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna salió e iluminó todo el cielo.

Entonces, Quetzalcóatl se sentó a la orilla del camino para descansar y fue cuando vio a un conejito que había salido a cenar: 

– ¿Qué estás comiendo?– le preguntó.

Estoy comiendo zanahoria. ¿Quieres ?

Gracias, pero yo no te quiero quitar el alimento.

¿Qué vas a hacer entonces?

Morirme tal vez de hambre y de sed.

El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:

Mira, yo no soy más que un conejito insignificante, entonces si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.

Entonces el Dios lo acarició y le dijo:

Tú no eres un simple conejito. Por tu amabilidad, para siempre, todos se han de acordar de ti.

Y entonces, lo levantó muy en alto, hasta la Luna, donde quedó estampada su silueta. Después, el Dios lo bajó a la tierra y le dijo:

– Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

5. El Callejón del Beso

El Callejón del Beso

El Callejón del BesoGalyna_Andrushko

En la ciudad de Guanajuato, hace muchos ayeres, vivía una atractiva joven llamada Carmen y un humilde joven llamado Carlos.

Un día, los jóvenes se conocieron por las calles de la ciudad y se enamoraron. Carlos iba cada día a saludar a Carmen a su casa, donde vivía con su padre, que era muy gruñón. La joven siempre salía al balcón a esperar a su amado, quien se ponía debajo para hablar con ella.

El padre de la joven se enteró del romance de su hija y le advirtió que tenía que terminar esa relación. Sin embargo, la pareja no renunció a su amor y Carlos alquiló la casa de enfrente para poder saludar a su amada desde el balcón.

Finalmente, el padre de la joven los encontró mientras se besaban y, muy enfadado, los alejó para siempre.

Según la leyenda que, por las noches, aún se puede ver el espíritu de los enamorados que regresa para revivir su historia de amor y compartir sus besos a escondidas en este“Callejón del Beso”.

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