Padres e hijos

Su primera gimnasia

Acostarlo sobre su barriguita lo obliga a estirar el cuello para levantar la cabeza. Este movimiento fortalece sus brazos y lo prepara para el gateo.

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Acostarlo sobre su barriguita lo obliga a estirar el cuello para levantar la cabeza. Este movimiento fortalece sus brazos y lo prepara para el gateo.

Desde hace más de 10 años se recomienda a los padres colocar al recién nacido sobre su espalda cuando duerme para reducir el riesgo de muerte súbita.

 

Esta sugerencia ha tenido resultados muy positivos en este sentido, pero también un efecto indeseado: ahora muchos papás no ponen nunca a sus hijos sobre su barriguita, ni siquiera durante el día. Y esto puede provocar que no sujeten su cabeza tan pronto como deberían o que se salten la etapa del gateo. Pasar ratitos boca abajo todos los días ayuda a prevenir estos problemas.

 

Debes acostumbrar a tu pequeñito a estar boca abajo cuanto antes. A partir del mes ya puedes realizar algunos ejercicios para ayudarlo a ejercitar los músculos del cuello y en cuanto sujete la cabeza sin ayuda (por los tres meses), conviene dejarlo un rato sobre la pancita durante el día. Protestará porque no le gusta estar así (tiene que hacer un esfuerzo para ver las cosas), pero es este esfuerzo el que fortalece su musculatura.

 

1. Encima de tu regazo: acuesta a tu bebé encima de tu regazo, sujetándolo por la espalda con ambas manos. Así tiene que subir la cabeza para verte. Esta postura, que muchos padres adoptan de forma espontánea, fomenta el apego emocional.

 

2. Boca abajo: pon al bebé boca abajo, apoyado sobre sus antebrazos. Intentará alzar la cabeza para ver (si no la sube, puedes estimularle acariciándole suavemente la espalda). Al principio es suficiente con ponerlo así sólo un momento, lo que aguante, no es cuestión de que sufra y pase un mal rato. Poco a poco ve aumentando el tiempo. Procura efectuar estos ejercicios antes de que tome la leche, pues el esfuerzo que el pequeño debe practicar para sostener la cabecita podría provocarle vómito.

 

3. Sobre un balón: para fortalecer su cuello, puedes balancearlo sobre un balón o un cojín cilíndrico sujetándolo por las axilas. Este ejercicio le gustará mucho más que el anterior, pues la posición le proporciona una perspectiva nueva de todo lo que le rodea. Además, le ayuda a extender la columna vertebral y a adquirir, de manera progresiva, el tono muscular que necesitará más adelante para darse la vuelta o gatear.

 

4. Suficiente fuerza en la espalda: cuando ya cumple tres meses, tu bebé tiene más fuerza en la espalda y el control que ejerce sobre su cabeza cuando está boca abajo o de espaldas ha madurado mucho. Si le pones boca arriba y lo tomas de las manos como si fueras a levantarlo, él solito alzará la cabeza anticipándose a tu movimiento.

 

5. Anímalo con un juguete: déjalo de nuevo acostado boca arriba y muéstrale desde uno de sus lados un juguete que le guste mucho para animarlo a que gire para que pueda verlo. Si alejas el juguete, intentará agarrarlo estirando los brazos. De este modo ejercita la parte superior del cuerpo, lo que le ayudará a descubrir lo divertido que es girar y darse la vuelta él solo.

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