No habla bien, ¿hay problemas?

No todos los niños empiezan a hablar a la misma edad. Pero si tu peque con dos años aún no pronuncia una sola palabra, ni siquiera una monosílaba, quizá tenga algún problema.

Hay niños que empiezan a hablar casi al año. Otros llegan a los dos sin decir su primera palabra pero de repente se sueltan a hablar como si lo llevaran haciendo años. En esto del lenguaje, cada pequeño lleva su ritmo y empezar antes no es mejor que hacerlo más tarde. Sin embargo, si tu hijo ha cumplido los dos años y todavía no ha dicho su primera palabra (vale un "sí" o un "tete"), y tampoco entiende órdenes sencillas, quizá tenga algún problema. Detectarlo a tiempo es importante para encontrar una solución:

 

Problemas más comunes

 

1. Problemas de oído: es una de las causas fundamentales de retraso en el lenguaje precisamente porque puede pasar desapercibido. Quizá tu hijo no escuche bien si al año no se asusta cuando hay ruidos fuertes o no responde a su nombre.

 

2. Disfemia o tartamudez: se da más en niños que en las niñas, en una proporción de cuatro a uno. A los tres años muchos niños repiten sílabas. Es un tartamudeo evolutivo y no hay por qué preocuparse, pero si vemos que el niño hace presión al hablar (guiña los ojos, aprieta la mandíbula) o directamente dice ?no puedo?, hay que acudir al especialista.

 

3. Problemas de articulación de sonidos: son muy llamativos pero no son los más graves. La dislalia (no sabe pronunciar algunos sonidos como ?r? o ?s?), suele tener fácil solución y no hay que preocuparse antes de los 5 o 6 años. Por otra parte, a muchos padres les preocupa que a su hijo se le entienda bien, pero es mucho más importante que las frases sean largas y tenga un buen vocabulario.

 

Retraso del lenguaje

 

Es mejor consultar al logopeda si notamos:

 

1. A los dos años: no habla o solo dice una o dos palabras.

 

2. A los tres años: todavía dice frases muy cortitas como ?mamá quiero pis?, no nos cuenta lo que ha hecho en el colegio o habla poco.

 

3. A los cuatro años: no hace bien las concordancias de género y número (por ejemplo, el casa) o tiene muy poco vocabulario.

 

4. Cuando hay mucha diferencia entre cómo habla nuestro hijo y los demás niños del colegio, del parque, familiares… (a partir de los tres años).